Esta entrevista fue realizada por Victoria Musto.
La nación del centro del mundo ocupó los principales titulares de los diarios como resultado del retiro de tropas norteamericanas, la estrepitosa caída de su gobierno y el ascenso al poder por los talibanes. Así, Afganistán, el país del que poco se conoce, pero mucho se ha hablado, a pasado de la irrelevancia a la cúspide de la atención internacional.
“Los más leales y solidarios, pero vengativos. Hospitalarios como nadie. Aguerridos.” De esta forma define a los afganos el periodista internacional Fernado Duclos, quien además relata como el centro del mundo siempre fue un territorio de disputa para las potencias: primero Gran Bretaña, luego la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y, por último, de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
Para comprender la dinámica interna de los hechos y para analizar el impacto de las últimas novedades, conversamos con Rubén Paredes Rodríguez. Paredes es magíster en Integración y Cooperación Internacional, doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), docente en dicha casa de estudios y director adjunto del Instituto Rosario de Estudios del Mundo Árabe e Islámico (IREMAI-UNR).
¿Cómo se organizan internamente los talibanes? ¿Es posible replicar esos mandos de poder a nivel del Estado?
El Talibán como grupo dentro del Islam político radical ha tenido una particularidad, la capacidad de adaptación al terreno luego del ataque del 7 de octubre de 2001 que dio inicio a las operaciones militares y luego a la Lucha Global contra el terrorismo internacional. Eso se tradujo en un hecho, nunca desapareció del país, siempre estuvo presente en estos 20 años, específicamente en la zona sur del país y en la frontera montañosa lindante con Pakistán.
Sus principales líderes fueron escapando, sorteando o mimetizándose con las condiciones del terreno. Hasta 2003, el líder religioso fue el Mullah Omar, quien fue reemplazado por el Mullah Mansour hasta 2016, el cual fue asesinado por avión no tripulado. Desde entonces, ese cargo lo ocupa Abdul Ghani Baradar.
Esto da cuenta de un grupo con una estructura jerárquica, seguida por el portavoz político que es Zabihullah Mujahid, quien ha dado recientemente entrevistas a la prensa internacional y ha sido partícipe de las Negociaciones de la retirada en la Oficina Política del Talibán en Doha.
Desde allí, la estructura abarca a cuadros militares, militantes, seguidores e infiltrados en el terreno.
¿Cuáles de las principales medidas tomadas en el período 1996 – 2001 son factibles de ser aplicadas en los próximos meses y cuáles consideras que son más improbables que se repitan?
Cuando llegaron al poder en 1996 establecieron el Emirato Islámico de Afganistán, con el Mullah Omar como figura máxima. La instrumentalización de la religión los condujo a emitir edictos que buscaban la reislamización de la sociedad. Entre ellos, la segregación por sexo en la vida pública y privada, la aplicación de la Sharia (ley Islámica) desde una perspectiva rigorista en la cual la mujer es complemento del hombre, sin los mismos derechos. Ello explica la prohibición de que la mujer salga del ámbito privado sin la presencia de un hombre a la calle, asista a la escuela, realice actividades profesionales y utilice la burka etc. Asimismo, los hombres debían dejarse crecer la barba como el profeta.
En lo social, se prohibieron los eventos deportivos, la música, cine, teatro etc. donde el Ministerio de la Virtud y Prevención del Vicio junto a la policía religiosa velaban por estas cuestiones so pena de ser golpeados o encarcelados.
En lo jurídico, la implementación de la Sharia en sentido estricto, le quitó en materia de derecho real a la mujer el derecho a la herencia al igual que los hombres y en materia penal se reintrodujo la pena de muerte y la amputación para combatir el delito, específicamente el robo.
En lo que hace a la posibilidad de que estas medidas vuelvan a ser aplicadas lo desconocemos, dado que aún no conformaron gobierno, se comprometieron a respetar el acuerdo de 2020 y a dar signos de moderación. Teniendo en cuenta que estamos asistiendo al desarrollo de los acontecimientos, una vez conformado el gobierno sabremos cómo se instrumentalizará la religión en la política.
¿Qué impacto tiene este cambio de liderazgo a nivel regional? Además, mucho hemos leído sobre la postura de los Estados Unidos en relación a la retirada pero, ¿cómo se expresan el resto de los miembros de la OTAN? Ciertos comentarios de Merkel evidencian algunas discrepancias… ¿no?
A nivel regional, los tres países vecinos y preocupados por lo que se venía desarrollando en el terreno, China Rusia e Irán, han estado negociando con el Talibán. La retirada de USA y de la OTAN genera un vacío de poder donde USA hace que esos países deban actuar, comprometerse porque son los primeros preocupados por la cercanía etc.
A nivel internacional muestra el fracaso del “nation building” y de imponer la democracia por la fuerza, pero el futuro incierto está atado a cuestiones de seguridad, entre otros temas. Si bien el Talibán dijo que no busca enemigos internos ni externos, ni tampoco hacer del país un santuario del terrorismo internacional, llama la atención la liberación de terroristas de EI y Al-qaeda como también el silencio de estos.
Por su parte, en el mundo occidental, los reproches giran en torno al diagnóstico equivocado sobre la capacidad del gobierno afgano de repeler al Talibán, a la crisis humanitaria y al temor de que el terrorismo internacional pueda reconvertirse afectando a la seguridad internacional.
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