En este último tiempo el interés por las criptomonedas tomó una aceleración vertiginosa. Si bien algunas personas siguen el ecosistema de cerca hace ya años, la entrada de grandes jugadores, su visualización en medios masivos y el aumento de su precio invita a que muchos quieran saber más de ellas.
¿Qué son las Criptomonedas?
El concepto de la criptomoneda viene de combinar las palabras Criptografía y Moneda, dando a entender que estas monedas digitales están respaldadas por criptografía. La criptografía moderna es, a grandes rasgos, un sistema informático basado puramente en matemáticas para brindar una seguridad incomparable a la hora de proteger archivos o mensajes a receptores no autorizados. Aplicarlo a un sistema monetario digital permite un intercambio global, seguro y sin la necesidad de un intermediario. En este sentido, eliminar a este último no sólo reduce los costos, sino también le lleva el poder a la gente, brindando la posibilidad de elegir entre un sistema descentralizado de números objetivo o un sistema centralizado manejado por seres humanos subjetivos y muchas veces, codiciosos.
La tecnología que permite el correcto funcionamiento de las criptomonedas se la llama Blockchain o “Cadena de Bloques”. Con ella se puede tener un registro único, consensuado y distribuido en varios nodos de una red. En el caso de las criptomonedas, hace de Libro Contable. Dentro de esa blockchain, cada bloque permite almacenar 3 cosas: una cierta cantidad de registros/transacciones válidas, información referente a ese bloque, y un código “Hash” que permite una vinculación con el bloque anterior.
Cada bloque tiene un lugar específico en la cadena del cual es inamovible; incluso, mientras más bloques haya por encima de ese, más difícil sería moverlo. Esto garantiza la disponibilidad de información en todo momento y que los datos no sean alterados. Al mismo tiempo, este proceso de validación y creación de los bloques permiten el pago a los “Mineros”, quienes tienen equipos especializados en corroborar las transacciones y la creación de nuevos bloques en la blockchain y por su trabajo reciben un pago en esta criptodivisa.
A pesar de que Blockchain es una de las áreas donde más creció la tecnología, a los usuarios suele costarles entenderla, a no preocuparse. ¡Es normal!
Una Criptomoneda puede pensarse como cualquier sistema monetario: para que tenga valor, un grupo suficientemente grande de personas tiene que considerarlo valioso, al igual que, por ejemplo, las monedas nacionales. Los sistemas monetarios actuales no tienen la necesidad de tener un respaldo físico. Su valor viene determinado por diversas características: la emisión monetaria, tasas de interés, credibilidad en el gobierno, etc. Análogamente, el valor de las criptomonedas está dado por la tasa en la que se crean estas unidades, el número total de unidades que habrá en circulación, la problemática que la misma resuelve y la expectativa a futuro, entre otras cosas.
Al mismo tiempo, tanto divisas tradicionales como Criptomonedas pueden estar respaldadas por otro activo físico, como solía hacerse en épocas del Patrón Oro o en Argentina durante el período de Convertibilidad. Los Tokens “anclados” a otros activos suelen conocerse como “Stablecoins”. Algunos ejemplos pueden ser:
Cada unidad de su moneda está respaldada por una Onza de Oro fino de la más alta calidad en bóvedas profesionales de Londres. De esta manera, su precio siempre es igual al valor de una Onza de Oro. Uno puede adquirirla evitando pagar tarifas de almacenamiento, con posibilidad de venderla rápidamente y desde la comodidad de una computadora.
Al igual que PaxGold, Tether, posee un ratio 1 a 1 entre su activo digital y el activo del mundo real, el dólar. Por eso, su valor carece de fluctuaciones.
En el gráfico de abajo puede verse que su precio (la línea verde) apenas oscila unos centavos por ciertos momentos, pero que en general es una línea relativamente horizontal que representa que el valor de 1 Tether = 1 dólar estadounidense.
Entonces… ¿Qué es el Bitcoin?
Las ideas sobre un dinero digital combinado con criptografía vienen de mucho antes, al menos formalmente desde 1982 con la publicación del trabajo académico “Blind Signatures for Untraceable Payments” de David Chaum. Fue el 31 de octubre de 2008 cuando Satoshi Nakaoto, un usuario de un foro sobre Criptografía, presentó el WhitePaper de Bitcoin. Sin embargo, recién el 12 de enero de 2009 se realizó la primera transferencia entre Satoshi Nakamoto y el criptógrafo Hal Finney. De ahí en más el ecosistema se fue ampliando, dándole paso a nuevas utilidades, ideas y mecanismos que nunca antes se habían llevado a cabo.
Bitcoin (BTC) es la primera y más popular de las Criptomonedas. De todo el dinero que hay en el mercado de criptomonedas, Bitcoin representa hoy aproximadamente el 61,5%.
Es un medio de intercambio que permite adquirir productos como cualquier otra moneda, sin embargo los expertos (del mundo cripto) lo ven mucho más cercano a un activo financiero o a un bien que sirve de “Reserva de Valor”, como si fuese el oro, la plata o los diamantes antes que una moneda digital. Para el intercambio de bienes o servicios, sus costos y tiempos de transacción dificultan esta función. La visión de los expertos se apoya en que no sólo es un sistema descentralizado que mantiene un registro de todas sus transacciones constantemente en la Blockchain, sino que también cuenta con un sistema de emisión responsable que la vuelve deflacionaria, ya que tiene un stock máximo de unidades: 21,000,000. Además, la dificultad para emitir su moneda se duplica cada cuatro años, manteniendo así el proceso de emisión de manera controlada.
Por otro lado, la segunda criptomoneda más grande del mercado, Ether (ETH), es creada con una finalidad totalmente distinta: es un instrumento de pago o “Gas” para las transacciones que se hagan en su propia red Blockchain. Esta red, creada por Vitalik Buterin en 2015, es diferente a la de Bitcoin dado que fue pensada para que sobre la misma funcionen aplicaciones descentralizadas y colaborativas. Un ejemplo de estas aplicaciones puede ser Uniswap, un Exchange (Casa de cambio), sin ente regulador, donde cada quien puede comprar o vender sus Criptoactivos, sin registrarse, en muy poco tiempo y desde cualquier lugar del mundo.
A pesar de sus similitudes y diferencias, la mayoría de las criptomonedas son activos de extrema volatilidad (excluyendo ciertas stablecoins), volviéndose muy riesgosos, pero al mismo tiempo atractivos. La volatilidad en sus precios desciende de los principios de oferta y demanda, donde la oferta está propuesta de base por sus desarrolladores, pero la demanda de los usuarios va variando en función de su utilidad y expectativa futura del precio.
Grandes jugadores, entre ellos Elon Musk, apoyan cada vez más a un ecosistema cripto que actualmente está más desarrollado y mucho mejor preparado que hace algunos años. Por otro lado, bancos tradicionales, entidades fiscales y gubernamentales dudan de su correcta aplicación, de sus grandes márgenes legales y proponen regulaciones constantemente. Actualmente, en India, se está intentando prohibir su comercialización, sin embargo, en la gran mayoría de las ocasiones estos intentos terminan siendo tan pobres como una persona queriendo tapar el sol con las manos.
Si bien la tecnología blockchain y las criptomonedas llegaron para quedarse, ¿cuál será el desenlace final? Infinitas preguntas quedan abiertas: ¿una gran moneda será la dominante en el mercado? ¿Existirán regulaciones eficientes para las personas haciendo fortunas con tan solo un Tweet en los nuevos mercados digitales? ¿Se utilizarán como medio de pago o como reserva de valor? Sólo el tiempo las irá respondiendo.
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NOTA AL PIE:
- A pesar de que se usó la palabra “Token” como sinónimo de Criptomoneda, si queremos hilar fino, Criptomoneda sólo debería usarse para Activos digitales que tienen su propia blockchain, en cambio, los “Token” usan una blockchain ajena.
Un comentario en “Un pantallazo a las Criptomonedas”