Urna que sepamos todos

Al momento de leer estas líneas, Argentina se encuentra a menos de cuatro meses del inicio del calendario electoral de cara a las elecciones generales del 2023 entrante. De hecho, si posamos los ojos sobre el desenvolvimiento en las urnas que se darán en las provincias del país, los tiempos se ajustan: poco más de un mes separarán a la nación del puntapié electoral que dará La Pampa el 12 de febrero, fecha donde tomarán lugar las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias en dicha provincia. Al respecto, llama la atención la tendencia habitual al momento de analizar esta clase de procesos: nacionalizar resultados provinciales, incluso si se tratase de una PASO.

Mezcla de especulación, ansiedad y búsqueda de rédito político, la Argentina estará deambulando un verano donde aún se observarán los brotes de coronavirus de reojo, continuará el festejo eterno tras el histórico título obtenido en Qatar y, por supuesto, comenzará una larga víspera de cara a las presidenciales, dinamizadas por resultados a lo largo y ancho de las diversas fracciones de país.

A lo correspondiente a la Cámara Nacional Electoral, el 25 de abril se dará el cierre del padrón provisorio. El 5 de mayo se difundirán los datos del mismo: la clásica búsqueda para conocer en qué escuela votás y la clásica adivinanza de sí irás de mañana, mediodía o tarde a sufragar. Muy temprano no, claro, porque te pueden abrochar de presidente de mesa.

Diferentes medios como El Diario Ar difundieron que la fecha límite para una eventual suspensión de las PASO es el 15 de mayo. La posibilidad de la cancelación de las mismas, cabe decir, es prácticamente nula. Cualquier apuesta del gobierno nacional a fin de desarticular este proceso comenzado durante la era de Cristina Fernández de Kirchner se encuentra obsoleto. En la citada fecha, en efecto, se dará el límite de la convocatoria para participar de esta primera instancia de los comicios.

Pero todas las fechas mencionadas anteriormente circularán al ritmo de la especulación sobre candidaturas, fórmulas y pactos. El fin de este juego en específico se comenzará a dar efectivamente un mes después: el 14 de junio será el último día en dónde los partidos políticos podrán confirmar qué alianza compondrá al momento de buscar el voto. En momentos donde ni desde el oficialismo ni desde la oposición la unidad está solidificada, las tensiones prometen intensificarse a las puertas del invierno del año próximo.

Diez días después, el 24 de junio, las alianzas deberán confirmar qué nombres poblarán su lista con precandidatos para la presidencia, vicepresidencia y el Congreso. Ya sin sospechas o especulaciones, comenzará la campaña con nombres propios. ¿Puede esto suceder antes? Por supuesto: el caso más emblemático es el anuncio de CFK el 18 de mayo de 2019, un sábado por la mañana, donde difundió ante el país la fórmula junto con Alberto Fernández. 

Una vez concluido este proceso, Argentina estará a las puertas de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del 13 de agosto del 2023, preámbulo de las elecciones generales del 22 octubre. Y entremedio, dos debates presidenciales a tomar lugar los domingos 8 y 15 de octubre. 

Falta poco. Para que suceda muchísimo.

Escrito por

De Zona Sur. Estudiante de Ciencia Política en la UBA, conductor de Contra Todo Pronóstico y bebedor de café negro.

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