#ElEleccionario Nº9 – La elección seca

¿Cómo andan, merodeadores de cuartos oscuros, entusiastas de la fiscalización, tanteadores seriales de bocas de urna? Se puede respirar en el aire ese aroma a elección, ¿verdad? ¿Si? No, en realidad no. Al punto de que ya llevo ingerido un tostado de queso y huevo, un vaso de yogurt, algo de fruta y un café tan pero tan similar al petróleo que ya puedo ver a los aviones estadounidenses aterrizando sobre mi cabeza. Y es que la energía es escasa cuando se analiza a una elección venidera tan aguada por el discurso seguro, la ausencia de optimismo, el desgaste social que acarrea la pandemia y las fallidas lecturas políticas. Para mayor gris, pocos estiman un cambio en los números que observamos en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de septiembre. 

Y entonces, ¿qué hacer acá, en #ElEleccionario? Abandonarlo no es opción, debido a los millones que se depositan en mi cuenta bancaria con la publicación de éste (?), digo, mi compromiso con vos y tu lectura de cada segundo miércoles de mes. Lo que podemos hacer es partir desde un punto específico que puede servir para graficar la insustancialidad en donde han optado por nadar los candidatos. Ufff, que metafórico, ¿por qué tanta vuelta? Cómo hacen para decir algo aspirando a decir mucho y, a fin de cuentas, no diciendo un carajo. Y para ello opté en indagar sobre el debate por la legalización del consumo de marihuana para uso recreativo.

 Humos 

Más allá de las brechas históricas en cómo se aborda lo referido a la interacción de nuestra vida cotidiana con el mundo THC, es probable que la gran mayoría de los que estamos aquí no consideremos este tema como polémico: crecimos en un mundo en donde el fumarse un porro aparece en eventos sociales, en espacios abiertos o cerrados, en ámbitos públicos y privados, a los cuales hemos concurrido siquiera una vez en nuestra vida, más allá de nuestra decisión de consumir o no. De hecho, enumerarlos sería subestimar a vuestro conocimiento y experiencia. Contigo quiero despertar, hacerlo después de fumar ya bien canta el poeta contemporáneo Rauw Alejandro (?). 

Y es esa naturalización en torno a la presencia de la marihuana en una importante parte de los circuitos sociales que integramos lo que desnuda la incapacidad que diferentes candidatos exhibieron al abordar este tema, con una particularidad que hizo que me inclinara en esta ocasión por éste tópico: incluso queriendo tomar una posición “contundente” sobre el asunto, los aspirantes al Congreso se tropezaban con sus propios pies para no desencantar a la otra orilla ideológica.

En un recorte subido a Twitter, el portal Infobae le preguntó directamente a un puñado de candidatos si habían fumado marihuana alguna vez. Dos de ellos respondieron afirmativamente, no sin poner un rostro similar al que se dibuja cuando en uno en uno de esos chequeos de más chicos el doctor nos hacía una pregunta delante de nuestra madre. 

Cuando era chico, una vez” respondió Diego Santilli, candidato a diputado nacional por Juntos en la Provincia de Buenos Aires. Apretó sus manos como un rezo y desvió su mirada por detrás de la cámara. El apodo de El Colorado nunca le había sentado tan bien.

Mirá…” Leandro Santoro tragó saliva e inclinó su cuello, casi que regateando una respuesta concreta con ese movimiento. El candidato a diputado por el Frente de Todos en Ciudad de Buenos Aires expuso entonces que cualquier respuesta sería sacada de contexto. “Cuando termine la campaña te lo cuento”.  Y esbozó una sonrisa pícara, para rematar una frase que suele emplear en estos contextos: “‘Las acciones privadas de los hombres quedan exentas de las autoridades de los magistrados’ como dice la Constitución”. 

Quizás de los magistrados, no así de agentes que transitan en los propios partidos que integran Santilli y Santoro, y que bien hubieran mordido sus lenguas antes de arrojar siquiera cierta aceptación al uso libre de la marihuana: antes de su mudanza a Provincia, en la conclusión del gobierno de Mauricio Macri a nivel nacional, Diego Santilli encabezó como Ministro de Seguridad porteño una quema de droga incautada en el Cementerio de Chacarita, la cual fue levantada por el propio portal del gobierno de la Ciudad. En la cita, de noviembre de 2019, se congratula a los funcionarios de Horacio Rodríguez Larreta por concluir un año con doce toneladas de marihuana secuestradas. “Que esta droga no esté en la calle afectando a nuestros hijos y a nuestras familias” festejó en aquel entonces el hoy candidato bonaerense por Juntos, Santilli. 

Si el Frente de Todos apostaba a tener una postura más progresista en el asunto en comparación a la mencionada coalición, su Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se encargó de desterrar esa posibilidad. El funcionario tiene en su haber casos tan polémicos como silenciados, como lo que aconteció en la localidad de Puán, dónde Nicolás Lupín, joven discapacitado de uno de sus brazos, fue detenido por poseer plantas para producción de aceite cannábico para tratar su enfermedad. Pude entrevistar a su madre, Fabiana Herrero, referente en la lucha por que él recuperara su libertad. 

Sí, el consumo de marihuana es algo que probablemente muy pocos de nosotros no hayamos experimentado siquiera de modo pasivo, en algunos rincones de la cotidianidad. Sin embargo, buscar una postura ideológica completa en torno a este asunto desde quienes aspiran a ser nuestros representantes es una tarea frustrante: donde se abre una puerta para la transparentización del debate, sobresalen las desteñidaszonas seguras y los insulsos puntos intermedios. 

Para profundizar ésto incluso podemos ir a la posición de Florencio Randazzo, cabeza de la lista Vamos Con Vos. En un video difundido en redes, ensaya una interacción con un picador como puerta de entrada para hablar de marihuana. Lo hace a la manera Randazzo: si antes escuchó atónitamente como Cristina Kirchner bajó su candidatura a la presidencia entre insultos y escuchó de forma paciente a su madre regañandolo (?) en el celular, el ex Ministro del Interior y Transporte se muestra ingenuo mientras juguetea con el objeto: “Es como un pimentero” y agrega “Es un tema complicado. Que el 89% de las causas sean pibes que consumen me parece absolutamente una estupidez”. Cuando parecía que encontrábamos solidez en su exposición, naufraga en lo insustancial: “No creo que deba ser una discusión que se dé en estos 20 días de campaña”. Volvemos al inicio.

Sin un pimentero entre sus dedos, José Luís Espert camina un sendero algo similar al de Randazzo: “Estoy a favor del consumo de marihuana libre… que no esté penalizado” dijo con bastante paja, digo, algo de desgano en el mano a mano que realizó con Julio Leiva de Filonews. Pero… “Si yo fuera diputado hoy, ese proyecto se lo tiro por la cabeza al presidente. La gente se está cagando de hambre, harta de pagar impuestos, los chicos se quieren ir del país, ¿qué me venís a hablar de la marihuana?”. Curiosamente, lo que parece jugar las de posición transgresora por parte del candidato liberal no es más que una remake que la posición que ensayó en torno a la legalización del aborto a fines del 2020: “Puro oportunismo para ocultar el drama económico y sanitario provocado por un gobierno de inútiles. Rechazo de plano este proyecto. Si fuera diputado, votaría en contra”. Porque los tiempos de la libertad son sólo comprendidos por el buen Jose Luís.

Al parecer la venta de humo queda como potestad de los aspirantes… a la Cámara Baja. El “es un tema complicado” funciona como un cerco para postergar un debate en profundidad, aceita la agregación de intereses para no desencantar a ningún costado del río bravo y exporta los tiempos que percibe el candidato a los tiempos necesarios y reales del debate por la legalización, al punto de crear declaraciones, difusiones y spots para decir que sobre el porro se piensa algo, pero mejor comentarlo más adelante, o la vieja confiable “que hablen los expertos”. ¿No hay certezas? Puede que sí: Sí quemás en un balconcito de Palermo, ahí está  todo bien (¿o no, Mariu?) y que Jorge Altamira -referente izquierdista recientemente expulsado del FIT y hoy dirigente de Política Obrera- se encargó de dejar bien en claro de que no toda la izquierda banca la legalización de la marihuana. Bueno, eso y otras cosas innecesarias más. De este tema ya solo quedan colillas. Fin. 

 Kast 

El próximo 21 de noviembre son las elecciones presidenciales en Chile. La novedad en las últimas horas pasa por la mudanza de votos de centro a la alternativa de extrema-derecha. Dicho fenómeno es muy bien explicado por Juan Elman en este artículo de Cenital. El ascenso del ultraconservador José Antonio Kast, del Partido Republicano, lo promueve como rival seguro del candidato de izquierda, Gabriel Boric, de Convergencia Social. Sobre su vínculo con la dictadura militar chilena, principal punto de crítica de sus opositores, Kast no anduvo con medias tintas “Si Pinochet estuviera vivo votaría por mí” reza una declaración suya de 2017, cuando se aventuró a la presidencia de su país, quedando como cuarta fuerza con casi 8% de los votos. 2021, al parecer, le augura mayor protagonismo.

En búsqueda de conocer más sobre la visión de Kast, me puse en contacto con su campaña, más específicamente con Irene Ljubetic, candidata a diputada por el Partido Republicano en el Distrito N°6. En su programa legislativo se la ve sonriente junto a un Kast de sonrisa triangular y escarapela. 

“Es alta la posibilidad de que José Antonio Kast sea electo Presidente de la República” establece. Denuncia un desgaste en el relato político sostenido desde la izquierda: “El problema radica en que la izquierda en las últimas tres décadas ha administrado el país desde el oficialismo y la oposición.”

Sobre las movilizaciones populares en Chile de los últimos años, Ljubetic dice que “la izquierda articuló un trabajo metódico para normalizar la violencia como forma de acceso al poder”  e identifica como uno de los pilares de un hipotético gobierno de Kast el “enfrentar la delincuencia común y el terrorismo, otorgando mayores atribuciones a la policía; asegurar la libertad de expresión frente a la censura oficial y la cultura de la cancelación”. La austeridad también es mencionada, desde la posición de reducción del gasto público: se propone reajustar “el número de congresistas: de 155 a 100 Diputados, y, de 58 a 29 Senadores”. 

– ¿Cómo imaginan la relación con presidentes de otros países de Latinoamérica, y específicamente, de Argentina?
– La presencia de gobiernos con representación ideológica de corte socialista-refundacional, como Bolivia, Perú y Venezuela, atraerá bastante tensión en el trabajo diplomático. Debido a que el candidato tiene una postura directa frente a las arbitrariedades que puedan cometer esos gobiernos. En particular, una posibilidad de reactivar conflictos limítrofes. 
– …
– El caso de Argentina será igual de tenso en la relación con el gobierno de Chile. Es conocida la postura antioccidental, socialista y liberticida del presidente Fernández. Especialmente, por intentar liderar una organización con tendencia al comunismo: el Grupo de Puebla.– ¿Cuál es el rol de Augusto Pinochet, a nivel ideológico, histórico e influencia, en la plataforma que integran?– El legado social y político del General Pinochet está consolidado en las instituciones que estructuran la Carta Fundamental, en las bases de la economía social de mercado y en los acontecimientos sucedidos tras el conflicto político que vivió Chile en los años setenta. En cuanto a ello, hay una parte importante del Partido Republicano en la práctica que reconoce esos cimientos institucionales que le dan un aspecto natural a la sociedad. Pero, en lo que dice relación a los principios del partido, no se reconocen lo que se suele llamar en Chile la “obra del Gobierno Militar”. Finalmente, se puede concluir que es más un elemento simbólico que el sustrato del partido mismo.

 BONUS TRACK: 

Que los días pegajosos nos agarren con buen cine nacional: Felicidades, un film que exorciza cualquier concepción importada de la Navidad al ritmo de un puñado de historias a más de 30° acontecidas en la víspera de la Nochebuena.

¿Qué pasa si fusionamos Lost In Translation con un hermoso tema de The Cure? Me cabe mucho esto que hizo Richard MC

Che, no se ustedes, pero yo quedé manija del amigo Raúl Alejandro. Nos vamos, hasta diciembre perritos. 

Escrito por

De Zona Sur. Estudiante de Ciencia Política en la UBA, conductor de Contra Todo Pronóstico y bebedor de café negro.

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