En la madrugada de ayer, la Cámara de Diputados dio un paso más hacia la igualdad de género en el mundo laboral. Con 134 votos positivos y 9 negativos, la equidad en la representación de género en los servicios de comunicación se convirtió en ley. A partir de ahora medios estatales y privados deberán promover la inclusión de trabajadores desde una perspectiva de la diversidad sexual para la totalidad de su planta y áreas que lo compongan.
Esta ley representa una nueva conquista de derechos para la agenda feminista del país. No sólo se trata de una reparación histórica para un grupo sistemáticamente oprimido, sino que es una garantía de diversidad en la narrativa periodística.
Hoy en día, tanto las mujeres como las personas LGBTIQ+ se encuentran subrepresentadas en los medios audiovisuales y la prensa escrita. En este sentido, en el año 2018 la Asociación Comunicación para la Igualdad publicó un informe en el que se relevó que el 78% de las empresas de medios está dirigida por varones. Sumado a ello, se observa que solo un 30% de las personas que trabajan en empresas periodísticas son mujeres, muy por debajo de la paridad.
Además, un informe del Proyecto de Monitoreo Global de Medios que analiza la presencia de mujeres en las noticias y los medios en 114 países señaló que en Argentina sólo el 27% de las notas informativas son escritas y/o transmitidas por mujeres, un 10% por debajo del promedio mundial. En cuanto al papel de las mujeres en las noticias, indica que tan sólo un 29% de los artículos e informes se trataron sobre mujeres. En temas relacionados con la ciencia y la salud –tópicos más feminizados– las mujeres son protagonistas en un 35% de las noticias. No obstante, en los temas vinculados a la política nacional las mujeres representan sólo el 16% de las mismas.
Lamentablemente, no se trata sólo de números. La subrepresentación de mujeres y personas LGBTIQ+ en los medios impacta en la concepción que la ciudadanía tiene acerca de su rol en esta profesión. En efecto, en su informe Mujeres Periodistas en la Argentina, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) observó que, al ser consultados sobre aquellos periodistas con mayor prestigio en la profesión, un 44% de las personas encuestadas menciona a un varón mientras que el 16% a una mujer.
La redacción de la nueva ley surgió en el 2019, luego de que trabajadoras de medios se acercaran a la senadora Norma Durango (Frente de Todos) para ampliar los derechos de las mujeres y personas LGBTIQ+en los medios de comunicación. La propuesta fue presentada por ella en el 2020 y aprobada en el Senado en octubre de ese año. En el 2021 la iniciativa la tomó la diputada Mónica Macha (también del Frente de Todos), que empujó por el tratamiento del texto en la Cámara Baja.
El texto aprobado contiene ciertas claves que apuntan a la ampliación de derechos en varios frentes. En primer lugar, define al género desde una perspectiva de la diversidad sexual, ampliando el paraguas a todos los colectivos. Además, reconoce como equidad a la igualdad real de derechos oportunidades y trato hacia las personas. Finalmente, establece parámetros para la inclusión en el empleo estatal y un régimen de promoción para el ámbito privado.
Mientras que en los medios estatales se debe garantizar la igualdad entre varones y mujeres, y se debe incorporar un mínimo de un 1% de personas travestis, trans, intersex, transgénero, los medios privados y sin fines de lucro no estarán obligados a hacerlo. Sin embargo, quienes promuevan igualdad obtendrán una certificación y tendrán preferencia para la asignación de publicidad oficial. Este tipo de incentivos invita a los medios masivos a repensar sus propias estructuras masculinizantes a incorporar y reconocer a un abanico más amplio de identidades. Si bien la norma apunta a no regular directamente al sector privado, la asignación de publicidad oficial se posiciona como un punto de interés fuerte para los medios en pos de una comunicación más diversa e igualitaria.
A pesar de las críticas de los grandes medios a este último punto, las empresas podrán acceder al certificado a partir de diversas actividades para promover la igualdad en los medios de comunicación. Entre ellas, se encuentran la implementación de capacitaciones de género y comunicación igualitaria, acciones para apoyar la distribución equitativa de las tareas de cuidado, disposición de salas de lactancia y protocolos para la prevención de violencia laboral y de género, entre otras.
La lucha por la igualdad de género continúa. Sin embargo, la conquista de espacios en los medios de comunicación apunta a saldar una deuda histórica con las mujeres y personas del colectivo LGBTIQ+. Cuanto más alcemos nuestras voces, más difícil será silenciarlas y borrarnos de la historia. Por eso esperamos que haya cada vez más mujeres informando.