¡Hola!
Te doy la bienvenida al Newsletter de Poli al Whisky, y especialmente a mi rincón. Popurrí significa “composición musical formada de fragmentos o temas de obras diversas; Mezcolanza de cosas diversas, cajón de sastre”. Eso es lo que encontré cuando quise abrir “la cultura”: Polisémica, analizada (por demás y por de menos), aleatoria pero domable, que está en todos lados pero se escapa.
Suena lejano (y demasiado como pasillo de facultad) puesto así. Pero este es un espacio para poner bajo los reflectores esa película que amaste durante la niñez. Las canciones que escuchás camino al trabajo. Las fotos que subís a redes sociales. Los libros más vendidos en las cadenas más grandes. El programa de TV que acompaña tu cena. Esa obra de teatro que fuiste a ver con bajas expectativas. Esas prendas que usarías si tu billetera te lo permitiera. Esa celebridad cuyo póster embelleció tu habitación por años.
Pop-purrí es un NL sobre Cultura Popular, ese compendio de detalles que llenan de emociones nuestra vida cotidiana, que nos unen a un tiempo, a un espacio, a un grupo de personas. La política será la lupa que nos permitirá amplificarlos para mirarlos de cerca, la araña que los ubicará en una red mucho más grande, y el hilo que unirá todo en un espléndido emparchado.
Espero lo disfrutes mucho. ¡No tengas miedo a dejar comentarios! Hasta el mes que viene,
Lara.
Amor a demanda: como Netflix mantiene el romance vivo (y como Argentina lo ama)
Entre todo lo que nos dejó el año 2020, se encuentra la lista de los más vistos de Netflix durante esos 12 meses. Entre muchas cifras previsibles, se coló una muy particular: los 4.5 millones de usuarios de Netflix Argentina visualizaron contenido del género Romance casi un 160% más que en 2019. Sin embargo ¿Es esto realmente una sorpresa? Como respondería unx posmodernx, sí y no. Exploremos un poco más.
Historia reciente de un género muerto…
La década de los 90’ y los inicios del 00’ son consideradas como la era dorada de la comedia romántica. La misma fue definida por las guionistas Nora Ephron y Nancy Meyers con sus clásicos Tienes un E-mail, Sintonía de Amor, Alguien tiene que Ceder y The Holiday. Durante ella, actrices como Meg Ryan, Sandra Bullock, Julia Roberts y Kate Hudson, se catapultaron al estrellato gracias a sus recurrentes protagónicos y dedicación casi exclusiva al género.
Esta época también fue clave por la importancia que cobraron las historias de grupos históricamente marginalizados (a pesar que en la industria siguen prevaleciendo las personas blancas, delante y detrás de la cámara). El éxito de Coming to America de 1988, hizo posible películas con elencos conformados por actrices y actores afroamericanos como Boomerang, The best man y How Stella got her Groove Back. Por su parte, la representación latina vino de la mano de Jennifer Lopez, quien aseguró su lugar dentro de la industria del cine gracias a sus papeles en The Wedding Planner y Maid in Manhattan. Asimismo, Queen Latifah dejó muy en claro que no hace falta pesar menos de 50kg para ser una entrañable protagonista en films como Last Holiday.
Pero para finales de la primera década del milenio, las comedias románticas habían dado un giro de 180°, y comenzaron a dirigirse a varones jóvenes. Estos films se engloban bajo la etiqueta de “nueva comedia americana”, y tienen como figuras claves a los directores Judd Apatow y los hermanos Farrelly; y a los actores Ben Stiller, Will Ferrell, Vince Vaughn, Owen Wilson, Luke Wilson, Steve Carell y Jack Black, a quienes en conjunto se los conoce como el Frat Pack.
Estas películas suelen reunir un conjunto de características particulares, entre las más destacadas, tener por protagonista a un varón que transita una eterna juventud y/o está inconforme con su existencia, estar plagadas de gags escatológicos y “chistes” sexuales explícitos; pero sobre todo, relegar a los personajes femeninos a clichés y estereotipos de mal gusto, como el mero interés amoroso de su contraparte masculino, “rescatadoras” de la vida de los varones, objetos de deseo sin ninguna profundidad, y en ocasiones, decorados preciosos casi prescindibles para la trama. Films representativos de la época son La mujer de mis pesadillas, Mi novia Polly, Los rompebodas y Ligeramente Embarazada.
Aunque otros factores entraron en juego, como la casi desaparición de las producciones medianas y el boom de otros géneros como el de superhéroes (recordemos que el Universo Cinematográfico de Marvel nació en 2008 con Iron Man), la realidad es que la principal causa del declive del género de comedia romántica fue su estrepitosa baja de calidad, que repelió a su audiencia de los 90’ y perdió a la de los 00’ contra estos nuevos contendientes. La caída fue tal que en 2013 The Hollywood Reporter declaró muerta a la comedia romántica, que parecía vivir una pesadilla instalada en el día de la marmota.
…muerto de ganas de ir a la Tierra de los nuevos espectadores vía Netflix
En los inicios del 2010’, la cuota de mercado de la comedia romántica había caído notablemente, por lo que sus amantes se vieron forzados a abrir el arcón y re-ver viejos clásicos. Que Netflix reviviera la comedia romántica poco tiene que ver con la suerte: Durante 2017 más de 80 millones de cuentas (⅔ de su audiencia global) vieron al menos un film romántico en la plataforma. Los encargados de producción de Originales de Netflix, Matt Brodlie y Ian Bricke, aseguraron en una entrevista con THR que el género se vio priorizado a la hora de elegir qué producciones llevar a cabo, especialmente las dirigidas a un público joven. En otras palabras: la demanda era alta, y la oferta casi nula…por el momento.
El 2018 fue el año de la jugada definitiva de la plataforma: lanzó el Summer of love, un ciclo de cine enfocado en la comedia romántica en el que se estrenaron 11 títulos, entre ellos, To All the Boys I Loved Before, The kissing Booth, Alex Strange Love y Set It Up. Esta movida fue un total éxito: no sólo fueron vistas por muchos usuarios, sino que algunos films como The Kissing Booth tuvieron una frecuencia de repetición (verlas nuevamente) 30% mayor al promedio. Al parecer Vulture tenía razón cuando aseguró en 2017 que el género no había muerto, sino cambiado. Y Netflix fue el pionero de muchas tendencias.
En un nicho donde la intertextualidad (referencias a otros medios como películas, libros o música) y las remakes eran la regla, este servicio de streaming logró hacer viable una moda muy rentable: las secuelas. Considerando que 7 de las 10 películas con mayor recaudación de la historia son producciones derivadas o secuelas de obras originales, no es extraño asumir que las rom-coms se subirían a este tren en el que contadas excepciones tuvieron asiento (como Bridget Jones). Y funcionó, puesto que 2 películas de su top 3 anual para el género Romance fueron secuelas (estas son El stand de los besos 2, Intercambio de Princesas 2 y Amor garantizado).
Sin embargo, los cambios no fueron solo en referencia al material de origen, sino también temáticos y tonales. Las películas volvieron a estar protagonizadas por mujeres, pero estas tienen más intereses que encontrar al amor de su vida, y varias veces, ese “príncipe azul” es otra mujer, sea su amante, sus amigas o ellas mismas. Mujeres que expresan mil maneras de ser mujer, donde la raza, clase social, orientación sexual y edad no son puntos ajenos a la narrativa. A su vez, estas nuevas producciones se alejan cada vez más de los tenebrosos y pesimistas dramas que la crítica tanto ama: En momentos tan oscuros, a veces lo mejor que puede hacer el cine es darnos una palmada en la espalda. Dos tórtolos, Dumplin, Alguien Extraordinario, Juanita, Always be my maybe, The Half of it (mi favorita personal de todas las nombradas hasta ahora) entre tantas otras, inauguran una nueva era de películas, para las viejas audiencias que las extrañaban y las nuevas que las necesitan.
Netflix: Amor a la carta
Como dicen las personas detrás de The Take, las comedias románticas son la versión fílmica de la comida de confort. Nosotrxs tenemos hambre, pero Netflix es el cocinero que controla la carta. Aunque el apetito por las comedias románticas es un hecho, lo que recibimos está bastante lejos de lo que queremos ver; pero lo hacemos porque no hay nada notablemente mejor fácilmente disponible. 9 de las 15 mejores comedias románticas según la Oprah Winfrey Magazine son Netflix Originals, y aunque la calidad es un factor clave, la cuota de mercado también. Otras plataformas han tratado de ponerse al día, como Hulu con Palm Springs y The Happiest Season y HBO Max con su antología Modern Love, pero hasta el momento, Netflix es el líder indiscutido.
Frente a una ola imparable de centralización de los estudios y casi inviabilidad de las productoras pequeñas o independientes, lo que consumimos queda a merced del proveedor. Y aunque es difícil pensar con el estómago vacío, recordemos que lo que elijamos mirar va a determinar qué podremos mirar en el futuro. Perdón si arruiné el escapismo, que no te quede un mal sabor en la boca: las comedias románticas existen para nuestro disfrute, y por eso, debemos asegurarnos que logren su cometido. Exijamos el tipo de historias que nos merecemos, y no nos acostumbremos a conformarnos.
Bon Apetit, poliwhiskers!
BONUS: Noticias que seguiré este mes (y pueden interesarte)
Spotify suspende el servicio de reproducción en línea de K-pop proporcionado por Kakao M. Link acá.
Lanzan el Amazonia 1, el primer satélite fabricado íntegramente en el país. Link acá.
Rihanna Fenty, Fenty Beauty and Blood Mica from India (IANS Special). Link acá.
Con la muerte de Menem se cerró la acción judicial de la explosión en la Fábrica Militar de Río Tercero. Link acá.