Facundo Cruz: “Sacar las PASO puede llegar a hacer que tires el alambrado para abajo y la oferta salga y se disperse”

Análisis político sobre la suspensión de las lecciones primarias

Las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) se crearon en Argentina en 2009, tras aprobarse la ley Electoral Nº 26.571. Según esa ley, los partidos habilitados para las elecciones generales (ya sean para cargos ejecutivos o legislativos) son los que obtienen al menos el 1,5 por ciento de los votos. Actualmente, la posibilidad de que las PASO no se realicen se encuentra en discusión tras el pedido de 22 gobernadores. Los funcionarios provinciales, junto con algunos legisladores nacionales, alegan que ante la realidad pandémica que azota al mundo desde el 2020 y la crisis económica, la suspensión de las primarias es una opción que debe ser pensada a profundidad. 

Ante esto, desde Politólogos al Whisky entrevistamos a Facundo Cruz, quien es especialista en coaliciones electorales, autor del libro Socios pero No Tanto, politólogo por la UADE, Magíster en Análisis, Derecho y Gestión Electoral, y Doctor en Ciencia Política por la UNSAM. Actualmente se desempeña como Coordinador Académico del Departamento de Gobierno en UADE y es profesor en la Universidad de Buenos Aires.

¿Cómo influye para la Política Electoral y para las próximas elecciones la posible suspensión de las PASO? ¿Creés que en el caso de suspenderse se establezca un precedente o es una cuestión momentánea para el Sistema Electoral Argentino? 

Es una pregunta a lo grande, vamos a tratar de ir de lo general a lo particular. Hay un politólogo que se llama Adam Przeworski que dice que las elecciones tienen la particularidad de que el proceso en sí mismo tiene que ser previsible pero el resultado siempre es imprevisible. Para que las democracias se fortalezcan, se institucionalicen y los regímenes funcionen democráticamente, los procesos electorales tienen que ser estables. Si se van cambiando constantemente las reglas de las elecciones, se genera imprevisibilidad en el proceso; sobre todo para la oposición, que no se sabe con qué se va a enfrentar. Un día tal vez te encontrás con un Viktor Orbán, que achicó a la mitad la Asamblea Nacional y la oposición, que ya tenía poco, pasó a tener mucho menos. Y encima lo hizo de la noche a la mañana, porque tenía ⅔ de la Asamblea Nacional, lo que perjudicó a la oposición en las 2 elecciones siguientes, 2014 y 2018. 

Entonces las reglas siempre tienen que ser previsibles y estables, lo que es imprevisible es el resultado. Si bien hoy en día hay una gran cantidad de información antes de las elecciones para palpar de manera más precisa quién puede llegar a ganar, la realidad es que no sabés quién va a ganar o no sabés cómo va a ser la distribución de bancas en una elección legislativa. Tenés alguna idea por las encuestas, pero antes del conteo nadie sabe cuáles son los resultados. Hoy en día está todo más cercano, pero por ejemplo en 1983 todos pensaban que ganaba Luder y ganó Alfonsín. A partir de ahí se empezó a prestarle más atención a la información anterior, porque todos pensaban que el peronismo no iba a perder una elección porque nunca lo había hecho. 

Con esta perspectiva, empezar a plantearle dudas a las PASO, si hacerlas o no hacerlas, ya le va generando imprevisibilidad al proceso electoral. Y lo hace, en este caso, tanto para el oficialismo como para la oposición. Porque no hay que dejar de lado a los efectos colaterales que tienen las PASO y que no fueron pensados al momento de plantearlas. Las PASO son un mecanismo de disputa de espacios de poder para una coalición oficialista. Porque las PASO hoy le van a  rendir a actores, no necesariamente en el nivel nacional pero si en el provincial y municipal. Es una herramienta para empezar a pensar recambios, alternancia no de colores políticos sino de ejecutivos a cargo a nivel local. Las PASO les dan un espacio de ir a competir para “medirse el aceite” dentro del oficialismo y ver quién va a ser la cara del oficialismo en esos espacios en 2023. No se pensó la PASO para eso, pero ha servido para eso, hoy en día para el oficialismo peronista. 

Y a la oposición, hoy en día Juntos por el Cambio, le sirve para definir un liderazgo nacional en un momento en que la oposición justamente lo es a nivel nacional. Cuando uno está sentado en el sillón de Rivadavia, el ordenamiento de las candidaturas de la oposición se hace a través de las PASO. El único antecedente inmediato que tenemos son las elecciones de 2017: un peronismo disperso, la rama más tradicional por un lado y el kirchnerismo por el otro, las provincias en un nuevo acuerdo compitieron en la PASO dirimiendo el poder a ver quién sería el referente provincial (que se trasladó a una discusión nacional) y lugares donde el kirchnerismo jugó por afuera. En ese antecedente, las PASO sirvieron como ordenamiento para que en el proceso de 2019 el peronismo se diera cuenta que lo importante era la unidad, y así volvieron todos. En este sentido, a la oposición también le sirve la PASO. Son efectos no deseados a los que los actores se han ido acomodando. En resumen, si vas cambiando las reglas todo el tiempo, los actores se tienen que acomodar todo el tiempo y eso genera suspicacia, temor, inseguridad y a veces dispersión de la oferta, que genera problemas porque se traslada a cargos públicos.

Siendo uno de tus principales objetos de estudio las coaliciones electorales supongo que tenés un interés casi personal con la supervivencia de las PASO. ¿Qué tan equivocada está mi suposición? Pero por sobre todo, ¿en qué medida la existencia de las primarias obligatorias influye en la conformación y consolidación de grandes coaliciones?

Esto se conecta con lo que decía antes. Darle formato al sistema de partidos no fue el objetivo original de las PASO. El objetivo del equipo que trabajó en ese momento  (Abal Medina, Alejandro Tullio, Florencio Randazzo) no era volver al esquema bipolar de competencia. Aunque hoy en día tenemos un bicoalicionismo, pero si ves los patrones de comportamiento electoral son iguales a la ilusión bipartidista de los 80: peronistas vs. radicales. Hoy tenés Frente de Todos por un lado y Juntos por el Cambio por el otro, una coalición peronista y una no peronista. 

Pero ellos no buscaron esto, ellos querían ordenar el sistema. Ese sistema que en el 2001 vuela por los aires por varios factores. Estaba inestable e impredecible en cuanto a cómo se presentaban los actores, cuántos, quiénes, y las PASO vinieron a ordenar esto. No necesariamente tenía que venir un sistema de dos, sino una versión ordenada del sistema. Sin embargo la consecuencia de la reforma fue que se formaran dos grandes coaliciones. Acá está la tercera consecuencia no deseada de las paso: el bicoalicionismo. Dos coaliciones grandes, una más de centro izquierda y una más de centro derecha, y después algunos actores menores en el medio que van garantizando la gobernabilidad para uno u otro lado. 

En términos personales creo que el bicoalicionismo es más saludable porque favorece el ordenamiento, favorece la identificación partidaria, favorece la discusión de agenda (tenes menos propuestas que debatir) y favorece la coordinación en el congreso (los partidos se ordenan en bloques). Te simplifica la oferta, la discusión y la identificación; pero también tiene un punto negativo: a veces te genera dead-locks, parálisis. Si ninguna coalición tiene mayoría en las cámaras y una necesita a la otra para decidir, si una no cede el sistema se bloquea. Es el problema de los presidencialismos. Genera cierta facilidad en el proceso y discusión electoral para ver quiénes son, qué proponen y con quién se identifican; y eso para el ciudadano es información procesada más sencilla. Si el día de la elección vos tenés una oferta de 15 listas, tenes que ver 15 propuestas distintas y tal vez tenés 3 radicales, 4 peronistas, 3 de izquierda, 5 libertarios y no sabes cuál agarrar. Eso dispersa al electorado que se identifica ideológicamente con esa oferta. Cuando el elector tiene que procesar información más sencilla, eso se traduce en votos más concentrados, que se traduce en dirigentes agrupados en bloques más ordenados, entonces todo el proceso se simplifica (aunque puede generar parálisis). 

Yo creo que las PASO son favorables por todo esto que te nombré, pero sobre todo porque hay una cuestión técnica en las PASO que es que funcionan como una especie de alambrado. Vos alambrás un cuadro, lo contenés. Cuando el alambre se rompe, el ganado sale corriendo, no podes contener ahí. Hoy las PASO funcionan como alambrado. La legislación de partidos políticos en Argentina presenta requisitos muy bajos para presentar partidos políticos, e incluso es muy fácil presentar partidos y que pasen de ser provinciales a distritales. Como el requisito del padrón es muy bajo, se generó antes de las PASO y post 2001 una inflación de la oferta partidaria reconocida legalmente. Y esto puede generar fragmentación legislativa,  muchos legisladores en el Congreso sin una estructura nacional que los contenga, o bloques dispersos y eso genera un costo alto de negociación legislativa, lo que entorpece el proceso de toma de decisiones.

Las PASO lo que hacen, estableciendo una instancia previa de competencia interna y un requisito de obtener un mínimo para pasar a la general y que si no cumplís eso dos elecciones seguidas perdés la personería, lo que fue haciendo es que a medida que se empezó a implementar, la oferta se redujo. La oferta de las PASO es una y después es  más chica en la general, que es donde se distribuyen los cargos. Cada año la cantidad de partidos políticos reconocidos por la justicia empezó a bajar. Entonces el mercado sobreinflado de partidos políticos legalmente reconocidos se comprimió y sintetizó en los electoralmente competitivos y representativos (aunque eso podría discutirse). Son los partidos viables en términos competitivos.

Sacar la PASO puede llegar a hacer que tires el alambrado para abajo y la oferta salga y se disperse

Sacar la PASO puede llegar a hacer que tires el alambrado para abajo y la oferta salga y se disperse, que se pierda ese mecanismo de coordinación previa, ese incentivo de formar coaliciones y de generar mesas de discusión interna que haga que actores que no estaban juntos piensen en hacerlo. Como es por ejemplo el caso del FIT, que la PASO le permitió construirse y lo hizo electoralmente competitivo. 

Hace poco más de un año dijiste que en breve íbamos a estar hablando de un bicoalicionismo en Argentina. En primer lugar preguntarte qué es el Bicoalicionismo y después si ¿Creés que este esquema va a sobrevivir el mediano plazo? Digamos 2023. y ¿de qué depende?

Te cito a otro autor, Gary Cox, que decía que cuando las coaliciones no las hacen los dirigentes, las hacen los electores. Por la sola existencia de un sistema electoral determinado, si los dirigentes no acuerdan ir conjuntamente, los electores, de acuerdo a determinadas características del sistema electoral, tienden a concentrar el voto, con lo cual se hace una coalición electoral detrás de un candidato (que los dirigentes no buscaron pero los electores solos armaron y se coordinaron para votar de esa manera). 

Dado el sistema legal argentino, tiendo a creer que acá, por las características del sistema electoral y las magnitudes de los distritos más grandes (CABA, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y hasta Entre Ríos), en cierta medida parece que si las elites partidarias no arman las coalicionesno necesariamente los electores la van a armarlas. Esto puede hacer que el voto se disperse. 

Creo que hoy en día las PASO colaboraron a estabilizar el sistema de partidos, simplificaron la oferta y la dirigencia política se siente cómoda en el bicoalicionismo, porque le rinde frutos electorales y facilita el acceso al poder. Hoy en día están dadas las condiciones para que sí. No puedo asegurar que esto vaya a estabilizarse, porque vos tuviste un riesgo de dispersión del justicialismo en el poskirchnerismo que en el 2007 se percibió, pero en el 2019 cuando se acercó la oportunidad de ganar se unieron y ganaron la Rosada. No podemos hacer historia contrafáctica, pero si a Cambiemos le hubiera ido mejor en el gobierno y lo acompañaba la economía, la imagen del presidente y el apoyo popular, el peronismo tal vez se mantenía separado. 

A mí me daba la sensación de que este año íbamos a tener alguna dispersión en Juntos por el Cambio, pero entrando ya en febrero veo difícil que se fraccione. Lo que hoy es oposición es posible que siga unido. Todo siempre termina quedando, aunque a veces sea muy simple decirlo de esta manera, a voluntad de los dirigentes. Me cuesta encontrar respuestas particularistas, pero sí creo que las PASO ayudan a que este bicoalicionismo se sostenga, porque todos tienen un espacio donde pueden competir, el que gana queda y el que pierde acompaña, y eso alienta a que se queden juntos. Si no tenés una forma de competir antes y ver quién está mejor, se alienta a que cada uno se presente por fuera. 

Mientras se mantengan las PASO y haya una dinámica de competencia que la propia élite se sienta cómoda, donde además las preferencias electorales tienden a estar estabilizadas, creo que podemos estar en un escenario con este bicoalicionismo. Cualquier toque o ajuste del sistema electoral puede hacer que este bicoalicionismo pase a ser de vuelta un juego de tres o cuatro, aunque no creo que vuelva un 2001. Por ahora da la sensación de que se va a mantener, por las preferencias y por la nacionalización del comportamiento electoral. Sacando el sistema, creo que hay que discutir muchas cosas de la ley de partidos, de la ley de financiamiento, reglamentos de diputados y senadores para evitar que la caída del alambrado disperse todo el ganado. 

El posicionamiento de los actores políticos sobre el tema de la suspensión de las paso en pandemia puede sorprender a alguien que no esté enterado de algunas internas partidarias. La división que genera el tema: ¿es más un grieta al interior de las coaliciones o tiene más peso el conflicto intrapartidario entre ejecutivos provinciales y disidentes de los mismos partidos?

No creo que los actores políticos estén convencidos de que hay que sostener las PASO porque le hacen un bien a la democracia, eso queda para los analistas. Los actores políticos van a defender las reglas electorales en términos de que les rindan un beneficio o por lo menos modificarlas no les genere más perjuicios. Por eso es tan difícil trabajar con reformas electorales, porque cuando las haces podes tener un objetivo pero termina ocurriendo otra cosa. Siempre las reglas son lo que menos buscan modificar los actores porque el statu quo les genera comodidad, y el cambio puede generar un statu quo contrario y perjudicial. Yo no creo que estén convencidos de sostenerla porque es positiva, creo que la quieren sostener porque les va a rendir un beneficio en términos electorales y gubernamentales.

Quienes la quieren sacar son aquellos que ven que les va a generar un perjuicio en sus propios distritos. Estos son los gobernadores del norte. Si te pones a ver la proporción  de partidos y coaliciones que tuvieron competencia interna en las PASO del 2011 a la fecha, muchas de las provincias que piden sacarlas son provincias que están por encima de la media en la tasa de uso de las PASO en todo el país. Tenes más o menos el 20% en diputados y el 17% en senadores del 2011 a la fecha que tuvieron al menos competencia interna de 2 listas. Por encima de la media están las provincias que piden sacarla. Son las provincias en las cuales más se usan las PASO para competir internamente. La PASO genera facilidad para presentar listas. Los gobernadores que piden sacarla ven una amenaza a su estabilidad como líderes partidarios provinciales porque pueden tener competencia interna y si apoyan una lista que pierde, se pueden llegar a generarse problemas, disputas, internas.

Los que quieren dejarla son los que quieren disputar el terreno. Sobre todo en Buenos Aires y sobre todo a nivel municipal, en los municipios más cercanos a CABA, para zanjar las internas peronistas (La Cámpora vs. los “Barones del Conurbano”). En Juntos por el Cambio no está muy clara la postura, hay algunas voces bajitas que se muestran dubitativas, pero se ve una vocación más mayoritaria de apoyo a la herramienta que va con el argumento de la legalidad, de la estabilidad de la república, del cambio constante de reglas (que perjudican a la oposición). No creo que haya ideología ahí, hay puro cálculo estratégico de elites partidarias y de qué puede pasar si se cambian las reglas.

Por último quiero apelar a tu opinión personal como estudioso sobre el tema. El principal argumento a favor de las primarias es que favorece la conformación de coaliciones entre actores ideológicamente cercanos reduciendo la fragmentación. Esto se puede ver como un proceso de armonización positivo, o desde otra perspectiva, otro efecto mayoritario del sistema electoral que reduce las posibilidades de terceras o cuartas fuerzas. ¿Con qué argumentos coincidís más y por qué?

Yo no creo que las PASO le quiten espacio a las terceras fuerzas. Lo que creo es que los actores políticos reaccionaron a las PASO juntándose. Lavagna hubiera tenido mucha más fuerza si el Frente Renovador y Sergio Massa no hubieran vuelto al Frente de Todos, eso hubiera sido otro cantar. O incluso si Juan Schiaretti hubiera jugado más fuertemente u otros gobernadores se le hubieran sumado. No es que la PASO en sí misma arruina las terceras vías, creo que el comportamiento de los actores fue en línea hacia un bicoalicionismo y dejó poco espacio electoral y público de discusión para las terceras fuerzas. 

Si vos sacas las PASO como instrumento tenes más incentivo para que aquel que no acuerda el lugar que quiere se vaya por su lado, y si las encuestas le dan bien se tire el lance. Sin las PASO y dada esta facilidad  legal para presentar partidos, podes tener incentivos para que las elites vayan en esa línea. Pero no significa que la PASO en sí misma lo vaya a hacer, creo que la PASO genera ciertos incentivos que sumados a la coyuntura actual llevó a que el sistema mutara hacia un bicoalicionismo. No lo buscaron, pero fue el efecto no esperado que tuvieron. 

La PASO como mecanismo para discutir candidaturas hace que los actores se animen a estar juntos en un espacios donde de otra manera no podría ser así. Les da esa instancia previa. Eso no lleva a que no haya terceras opciones viables, pero la realidad es que esa ancha avenida del medio que empezó a crearse terminó siendo un pasaje, pero por la propia dinámica del sistema político argentino. 

Creo que todo dependerá del resultado del gobierno, si el Frente de Todos empieza en los últimos dos años a tener serios problemas que no puede resolver, podes llegar a tener una dispersión del peronismo y un caldo de cultivo para una tercera vía. No solo clamor popular, sino estructuras partidarias con territorio que salgan y se lancen. Es una combinación de muchas variables, no es una receta fija.

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Yanuzzi, J. (2021, 17 febrero). Facundo Cruz: “Sacar las PASO puede llegar a hacer que tires el alambrado para abajo y la oferta salga y se disperse”. Politólogos al Whisky. ttps://politologosalwhisky.com/2021/02/17/facundo-cruz-sacar-las-paso-puede-llegar-a-hacer-que-tires-el-alambrado-para-abajo-y-la-oferta-salga-y-se-disperse/(abre en una nueva pestaña)

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Escrito por

Politólogo de la UBA. Algo entre la ciencia y la política.

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