El gobierno de Chubut, en medio de la crisis financiera que transita la provincia desde 2016, presentó en noviembre de 2020 un proyecto de ley para habilitar la mega minería en el territorio, por más que esta actividad está prohibida desde el año 2003 por la ley provincial 5001. El pasado 5 de febrero dicho proyecto debía tratarse en sesiones extraordinarias, pero no consiguió los votos necesarios en la Comisión de Ambiente y Recursos Naturales en un contexto de manifestaciones en todo el país.
Para tener un mejor entendimiento de lo que está sucediendo en Chubut, el equipo de ambiente de Politólogos al Whisky tuvo la oportunidad de hablar con Raúl Osvaldo Barneche, licenciado en Ciencias Geológicas y destacado consultor ambiental, quien explica a continuación lo que está sucediendo en la provincia.
¿Qué opina sobre el cambio de rumbo de la política de Arcioni quien ganó las elecciones con una campaña fuertemente anti minera y ahora encabeza este proyecto de zonificación para la explotación minera en Chubut?
El gobernador hizo todo lo necesario para ganar las elecciones sin pensar en un instante cómo hacer frente a los compromisos que asumía y el resultado de su incumplimiento para la sociedad toda de la provincia. Su oposición a la mega minería también fue otra cuestión de oportunismo político, incluso esgrimían desde su gobierno, que la ayuda que mandaba – en ese momento el gobierno de Cambiemos- estaba supeditada a la aprobación de la zonificación minera. Creo –sin temor a equivocarme- que siempre estuvo de acuerdo con habilitar la mega minería en la provincia, lo ocultó, lo falseó por puro oportunismo político, inclusive de otros dirigentes que expresaron su negativa y hoy están buscando la forma de opinar a favor.
El gobernador defiende el proyecto de ley presentado asegurando que se trata de un “desarrollo industrial minero metalífero sustentable”, ¿qué hay de “sustentable” en sus planes?
Utilizar el término sustentable para la minería metalífera es una verdadera burla al concepto de sustentabilidad que refiere como “ aquella que permite la utilización optimizada del mismo y garantiza su usufructo a las próximas generaciones” (Informe Brusland de los años 70/80). Es obvio que la minería retira los minerales, los transforma, los utiliza, los acaba y consume. No quedan minerales de ese tipo y en ese lugar para las próximas generaciones. Además, los proyectos mineros duran a lo sumo 20 años y luego finalizan, mueren y con ellos todo el efecto multiplicador socio económico que suponen producen.
Ambientalmente, no existen garantías de minimizar los impactos, particularmente los de contaminación escalonada y diseminación de productos nocivos. Aún sin cianuro, la separación de los minerales de la roca de caja implica la utilización de productos químicos, los minerales tan ligados químicamente a la roca y por lo tanto no pueden separarse solo por medios mecánicos e inocuos. Aporto también, que el Estado no tiene capacidad de control, nunca invirtió seriamente en técnicas ni profesionales para preservar el ambiente.
¿Qué factores deberían definirse y garantizarse si la decisión fuera aceptar el inicio de la actividad?
Hay factores legales, económicos, ambientales, sociales y políticos que deben definirse y garantizarse en su cumplimiento si la decisión fuera aceptar el inicio de la actividad.
En términos legales, se continúa con el concepto de “concesión” propio del código de minería de 1886, por el cual se otorga el derecho de extraer el mineral a cambio de una miserable regalía y se le prohíbe expresamente al Estado explotar los minerales de primera categoría (Art. 9). Si el Estado pudiera cambiar eso, podría negociar la extracción de minerales en mejores condiciones, con contratos de obra, por ejemplo, o con una mayor participación en el obtenido final del producto o mayor participación técnica profesional en los procesos de beneficios.
En términos sociales, más allá de la promesa de trabajo para todos, ¿Cuál es la garantía de contratos a personal y empresas de la provincia y proveedores locales? ¿Cómo se hará cargo el Estado de los servicios necesarios de salud, educación, seguridad e infraestructura (que hoy no puede prestar)? ¿Cómo garantizamos que el supuesto bienestar (prometido por los lobistas) sea sustentable en el tiempo, incluso luego del cierre de la mina?
Comodoro Rivadavia tiene más de cien años de producción petrolera, aún no tiene suficiente agua, no posee cloacas, recién en los últimos años tiene un aeropuerto moderno, tiene malas rutas de comunicación, un puerto inconcluso y le dio al país a valores actualizados de mucho más de 400.000 mil millones de dólares. Este ejemplo debe alertar a los gobernantes, a la ciudadanía, si aceptamos la mega minería los resultados serán similares.
Cada uno de estos puntos no se discutieron, las exposiciones que se dieron en estos días, pintaron todo rosa, por lo que queda mucho por informar y discutir para que la ciudadanía esté realmente informada. Tampoco se esgrimió por parte del Estado ningún plan de recuperación productiva de la meseta, resignándose a que la única salida es la minería. Hay áreas del mundo más duras en términos climáticos y ambientales que nuestra meseta y sin embargo florecen y se desarrollan sustentablemente. Al menos deberíamos tener la oportunidad de conocer esos proyectos y evaluar su conveniencia comparativa con la mega minería.
El proyecto no consiguió los votos necesarios para ser debatido, ¿cree que habrá insistencia por parte del poder ejecutivo nacional para que avance? ¿Cuál cree que será el siguiente paso del lobby minero?
Creo, sin temor a equivocarme, que la falta de votos del oficialismo obedece en la mayoría de los casos a negociaciones que tienen que ver con acuerdos políticos, cargos y futuras candidaturas, no con la cuestión minera. El gobierno nacional insistirá, si le conviene, salvo que tema perder legisladores en las próximas elecciones. Quizás por ello levante la presión. Pero pasado eso, retornará con la estrategia.
El lobby minero seguirá invirtiendo como lo ha hecho hasta ahora, en medios, en instituciones, en personas influyentes. Es la característica de estos capitales transnacionales, en donde las instituciones públicas son solamente obstáculos circunstanciales que deben sortearse de cualquier forma para lograr sus objetivos empresariales.
En paralelo a los proyectos del gobierno, gran parte de la sociedad se resiste a la megamineria, ¿nos puede explicar en qué consiste la iniciativa popular presentada también en el poder legislativo provincial?
En principio, la negativa a la autorización del ingreso de la minería y el cumplimiento de la ley 5001 que prohíbe la utilización de cianuro y otros productos contaminantes a gran escala. Más de 30.000 firmas piden que se trabaje sobre otros efectores económicos para ampliar la matriz productiva provincial y denuncian al gobierno por dejar de lado la meseta para justificar el ingreso de las transnacionales.
A modo de conclusión…
Por último, creo que el gobierno demoró la discusión de este tema a los efectos –coincido con las asambleas– de presionar con la crisis terminal que tienen las poblaciones del interior. No hubo discusiones serias, no se convocaron a muchos centros de estudios que se manifestaron en contra o por lo menos con un gran caudal de dudas.
La meseta necesita respuestas, sin dudas, desde hace mucho tiempo y la responsabilidad es del Estado. ¿Las mineras se las darán? Catamarca, San juan y Santa Cruz, tienen minería… ¿crecen, no tienen desempleo, no hay pobreza? ¿No son deficitarias? ¿Y Bolivia, Perú, Ecuador y los países centroamericanos? No existe relación directa Minería-Bienestar, no es tan simple la ecuación. Es una decisión que no debe quedar presa de los juegos e intereses políticos del gobierno de turno.
Un comentario en “Raúl Barneche: “El gobierno demoró la discusión de LA MEGA MINERÍA EN CHUBUT a los efectos de presionar con la crisis terminal que tienen las poblaciones del interior.””