Ecocidio en el Delta

Los incendios forestales constituyen una práctica común en la actividad agropecuaria y ganadera. Estas quemas son generadas hace años en Argentina. Pero…¿Por qué particularmente en el corriente año la zona del Delta ha sido noticia en todos los portales del país?

Es importante observar un primer número para entender la gravedad de lo ocurrido en la zona integrada por las islas de la provincia de Entre Ríos, sobre la costa oeste del río Paraná y frente a Rosario, ciudad de Santa Fe: desde febrero, cuando comenzaron las quemas de pastizales, las llamas destruyeron una superficie casi tres veces mayor que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (La Nación, 2020). 

En el año 2008 dicha zona había sido noticia debido a la misma causa: la gravedad de la quema de pastizales. En esa oportunidad se quemó un 17% de toda la región (Perfil, 2020). Los hechos mencionados habían tomado gran relevancia ya que el humo llegó a la Ciudad de Buenos Aires ocasionando perjuicios en la vida de los porteños, tales como afecciones en las vías respiratorias y problemas relacionados a la movilidad en la ciudad debido a la baja visibilidad producida por el humo. 

Los años pasaron y si bien se tomaron ciertas medidas para que estos acontecimientos no vuelvan a ocurrir, las quemas se siguieron realizando a merced de la salud de los habitantes de la región y de la preservación del ecosistema. Luego de las quemas en 2008 se convocó el Plan Nacional de Manejo del Fuego, que movilizó brigadistas de todo el país. También, la Secretaría de Ambiente de la Nación radicó varias denuncias ante la Justicia, sin haber logrado frenar el problema. Por último, en ese momento se creó el “PIECAS” (Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento sostenible del Delta del Paraná), que establece lineamientos de las autoridades ambientales de las tres provincias con jurisdicción en la región (Perfil, 2020).

Dichos esfuerzos han sido en vano debido a que aproximadamente a mediados de mayo y junio del presente año la zona volvió a estar en el centro de la atención: otra vez se había generado una quema descontrolada de pastizales. La situación se agravó aún más debido a ciertos factores que generaron que los incendios se propagaran de manera preocupante. Por un lado, las quemas se realizaron en un momento que no es usual. Por el otro, hay una bajante muy larga y profunda del Delta; con esta bajante en las Islas no hay agua, tampoco llueve, lo que genera que el fuego se propague más rápidamente (Perfil, 2020).

Asimismo, las problemáticas antes mencionadas no ocurren exclusivamente en la región del Delta, en los últimos días distintas zonas de la provincia de Córdoba son noticia debido al mismo factor: los incendios forestales que ocurren como consecuencia de la quema de pastizales sumada a las intensas sequías. Desde que comenzaron los focos, las llamas arrasaron casi 30 mil hectáreas, por lo que se decidió declarar la “emergencia agropecuaria”  (Télam, 2020)

Algunos especialistas han denominado a estos hechos como un “ecocidio”, ya que debido a los incendios se ha generado la muerte de animales y la destrucción de la flora autóctona. Al mismo tiempo, estos no son los únicos daños generados por las quemas desreguladas: también los habitantes de esta zona se ven muy perjudicados en su vida cotidiana. Asimismo, la ciudad de Rosario, uno de los epicentros de esta problemática quedó envuelta en una gigantesca nube de humo que genera problemas respiratorios a los ciudadanos en un contexto de pandemia ocasionada por el COVID-19.

A partir de estos hechos distintos ambientalistas y organizaciones protectoras del medioambiente comenzaron a manifestarse y exigir que se sancione la Ley de Humedales. Al mismo tiempo, el pasado 11 de agosto la Corte Suprema de Justicia ordenó  la creación de un Comité de Emergencia Ambiental para detener y controlar los incendios en la región del Delta del Paraná. Además, ordenó que dicho Comité adopte medidas eficaces para la prevención, control y cesación de los incendios irregulares en dicha región. Dispuso asimismo, que en el plazo de 15 días corridos presenten al Tribunal un informe sobre el cumplimiento de la medida ordenada. 

Días y meses han pasado desde el comienzo de los incendios. El Estado busca castigar a los culpables sin poder encontrarlos, la burocracia de la justicia impide abordar una solución rápida y efectiva y los productores ganaderos continúan propagando las llamas. Mientras tanto, el detrimento de la biodiversidad de la zona y de la salud de los miles de ciudadanos que la habitan continúa, ambos respirando el humo producto de la desidia. Es imperante el compromiso de la sociedad civil para exigir el cese de estas prácticas que generan daños irreversibles.

Escrito por

Estudiante de cuarto año de la Licenciatura de Gobierno y Relaciones Internacionales en UADE.

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