Una victoria de TODOS

“Con la democracia se come, se cura y se educa”, así lo dijo Alfonsín en la vuelta de la democracia en el 83. Desde entonces, la Argentina comprendió que la democracia es el sistema predilecto, más coherente y que ayer le permitió a la ciudadanía expresarse una vez más en las urnas con su voto. Más allá de las elecciones, es gratificante que el sistema no se discuta ni se vea alterado, a pesar de las situaciones de fricción y las reiteradas crisis económicas, los valores democráticos se establecieron para que todos los ciudadanos argentinos los hagan valer.

El día de ayer, el país fue testigo de una jornada democrática histórica, en la cual el 81% del padrón electoral se convocó en las escuelas y universidades para hacer uso de su derecho y cumplir con su deber ciudadano de ejercer el sufragio. El resultado: un nuevo presidente electo. El candidato de la coalición Frente de Todos, Alberto Fernández se impuso al actual presidente Mauricio Macri en primera vuelta con 48.10% a favor de TODOS y un 40.37% para Juntos por el Cambio. 

Lejanas parecen las PASO en las cuales se daba otro panorama, las elecciones de ayer se marcaron por una gran polarización y una gran campaña por parte del oficialismo para buscar y forzar el Balotaje acortando distancias con el candidato Fernández. 

El panorama de hoy y de los próximos 43 días va a estar marcado por mantener los índices de la inestable situación económica del país. Como es necesario llevar tranquilidad a los Mercados, ambos protagonistas de la contienda electoral dieron el primer paso para el traspaso del poder Ejecutivo. 

En ese gesto “histórico” -desde el Pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín no se veía que dos cabezas opositoras se juntaran por elecciones-, se marcó el camino. Las dos fuerzas establecieron una mesa de consenso donde políticos y economistas de los dos equipos acordarán las próximas medidas y las bases de los próximos días hasta diciembre. 

En estos equipos se destacan los nombres de Santiago Cafiero como cabeza del equipo por el lado del Albertismo y Rogelio Frigerio por parte del Macrismo. Estos, apoyados por un equipo económico y de consulta permanente, acordarán los rumbos de la nación. Otra cuestión a destacar es que se estableció una “línea directa” entre Macri y Fernández, algo inédito pensando en los antecedentes de las campañas y el desarrollo de las elecciones. Teniendo en cuenta que cuando asumió el mandatario actual en 2015 la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se ausentó en el traspaso del mando. Aunque simbólico es el acto, es una práctica que lleva confianza hacia la alternancia política.  

Con este combo de decisiones, la conformación de equipos en conjunto pareciera que el traspaso de la banda presidencial se haría de forma pacífica y dentro de los parámetros de la normalidad política que es tan esquiva en la realidad Argentina. 

El famoso “28O” llegó con ánimos de consenso, donde a pesar de que existan ganadores y perdedores se entiende que la responsabilidad de gobernar excede y trasciende más allá de las banderas políticas.

En ese sentido, los valores y el respeto a las instituciones democráticas parecen fortalecerse y eso, es una victoria de TODOS.

Escrito por

Licenciado en Gobierno y Relaciones Internacionales UADE Maestrando en Defensa Nacional UNDEF Interesado en cuestiones nucleares y Medio Oriente.

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