Jimena Coronel y Josefina Vigo

Hola, hola. ¿Qué tal ese cafecito, ese mate en un martes de lluvia? En esta cuarta entrega venimos con alto contenido: cultura pop con mensaje, actos patrios sin escarapela, drag queens haciendo historia y un presidente que confunde gobernar con jugar al «yo no me junto con vos».

Así que bajá un cambio, ponete cómodx y dejá que te contemos todo lo que pasó —y lo que hay que leer entre líneas.

Elecciones en CABA: terremoto político y nuevo reparto de poder

Las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires dejaron una postal que pocos anticiparon: La Libertad Avanza se impuso con contundencia, desplazando al oficialismo porteño al tercer lugar. El PRO, que durante años dominó la Legislatura con mayoría propia, sufrió una derrota estratégica que redefine su peso real en la Ciudad. Por su parte, el peronismo protagonizó una de sus mejores elecciones en años, quedando a muy poca distancia del primer lugar, aunque sin lograr la victoria.

El resultado marca un cambio de ciclo político: se terminó la hegemonía del macrismo en la Legislatura, y el nuevo escenario estará marcado por la fragmentación, la negociación forzada y la incertidumbre.

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Milei ignora a su vicepresidenta y al PRO: berrinches en lugar de liderazgo

En los actos del 25 de mayo, el presidente Javier Milei volvió a dar señales de su estilo personalista y confrontativo, ignorando tanto a su vicepresidenta, Victoria Villarruel, como al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. La ausencia de reconocimiento público a dos figuras clave —una, parte de su fórmula presidencial, y otra, referente del PRO con quien planea una alianza en la provincia de Buenos Aires— dejó en evidencia el desdén con el que Milei maneja incluso a sus socios políticos.

Este tipo de desplantes no es nuevo en su estilo de conducción, pero en este contexto, donde necesita construir consensos para aprobar reformas estructurales y consolidar apoyos de cara a las próximas elecciones, la actitud parece más la de un niño caprichoso que la de un estadista. En lugar de fortalecer vínculos con actores claves del oficialismo y la oposición aliada, Milei elige priorizar sus rencores personales, incluso a costa de la gobernabilidad.

El gesto no pasó desapercibido ni en el PRO ni entre sus propios seguidores, muchos de los cuales esperaban una señal de madurez política. El presidente parece más enfocado en sus provocaciones discursivas que en construir los puentes necesarios para transformar el país.

“Y hoy es 25 de mayo ¿Se puede saber por qué demonios no lleva puesta la escarapela?”: ¿descuido o desprecio?

En pleno acto oficial por el 25 de Mayo, el presidente Javier Milei optó por no usar la escarapela nacional, símbolo patrio tradicional y obligatorio en esta fecha. En un día que rememora la Revolución que dio origen al país, su gesto fue interpretado por muchos como un desprecio simbólico hacia las instituciones y la historia argentina. En lugar de transmitir unión y respeto por la tradición, el mandatario volvió a mostrarse más interesado en marcar diferencias que en construir sentido de nación.

Críticas desde el púlpito: la Iglesia confronta al ajuste

Durante el tradicional Te Deum del 25 de Mayo, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, brindó un duro y directo mensaje que contrastó fuertemente con el tono del presidente. En su homilía, denunció los efectos del ajuste económico sobre los sectores más vulnerables, con especial énfasis en los jubilados, y advirtió: “nuestro país también sangra: tantos hermanos que sufren la marginalidad y la exclusión; tantos adolescentes y jóvenes víctimas del narcotráfico que en algunos barrios es un estado paralelo; tantas personas que están en situación de calle; las familias que sufrieron las inundaciones; las personas con discapacidad; tantas madres que ya no saben qué hacer y cómo evitar que sus hijos caigan en las garras de la droga y el juego; los jubilados que merecen una vida digna, con acceso a los remedios y a la alimentación; herida esta que sigue abierta y sangra hace años, pero que como sociedad tenemos que curarla pronto”.

El arzobispo cuestionó que mientras se exige sacrificio a la población, no se ve el mismo esfuerzo en quienes gozan de privilegios, aludiendo claramente a la falta de equidad en las políticas de gobierno. 

La presencia del presidente en la catedral contrastó con su rostro casi sombrío y su silencio ante las palabras del arzobispo, que reflejan una creciente incomodidad incluso dentro de sectores que históricamente acompañaron al poder. La Iglesia, sin hacer un pronunciamiento partidario, dejó clara su postura: la dignidad humana y la solidaridad no pueden quedar sepultadas por el ajuste. Sus palabras respecto a la situación del Pueblo Argentino fueron duras pero precisas: “Argentina sangra en la inequidad entre los que se laburan todo, y los que han vivido de privilegios que los alejó de la calle, de los medios de transporte público, de saber cuánto valen las cosas en un supermercado; alejados de la gente de a pie, no sienten su dolor, ni sus frustraciones, pero tampoco se emocionan con sus esperanzas y su esfuerzo diario por salir adelante. Y ante el dolor, a veces, (…) decimos (…) ya no hay nada que hacer, transformándonos en agoreros de malas noticias, en profetas de calamidades, incluso escuchando todo el tiempo a los que envenenan el alma remarcando siempre lo que está mal, lo que falta”.

Lali en Vélez: orgullo, arte y un mensaje político sin rodeos

En un show explosivo y cargado de simbolismo en el estadio de Vélez, Lali Espósito volvió a demostrar por qué es una de las artistas más influyentes del país. Pero esta vez, no fue solo por su voz, puesta en escena o repertorio: fue por su valentía. Durante la interpretación de su canción «Soy», hizo subir al escenario a 16 drag queens, mientras las pantallas del estadio se llenaban con los colores de la bandera LGBTIQ+. El gesto, potente y conmovedor, se transformó en uno de los momentos más comentados de la noche.

En tiempos donde desde el poder se desfinancia la cultura y se ataca abiertamente a la diversidad, Lali decidió hacer patria desde el escenario. Mostró que el arte puede ser resistencia, y que el entretenimiento también puede ser político. No muchos artistas de su talla se animarían a hacerlo —y menos en un contexto donde se corre el riesgo de ser cancelado por el gobierno o atacado públicamente desde Casa Rosada.

Pero eso no fue todo. En otro momento del show, Lali se mofó de Milei imitando su ya famoso y excéntrico saludo con los pulgares arriba y mentón hacia abajo con la boca fruncida. El gesto desató risas, ovaciones y se volvió viral en redes. Sin nombrarlo directamente, la artista dejó claro que no teme enfrentar al presidente ni marcar una posición ante su discurso de odio y sus ataques a la cultura.

El recital fue, en definitiva, una celebración del orgullo, la libertad de expresión y la diversidad. Y Lali, con talento y convicción, reafirmó su lugar no solo como ícono pop, sino como una voz valiente en una Argentina que necesita referentes con coraje.

Hasta acá el News, amigxs. Nos vemos la próxima. Que la patria sea tan libre como un escenario lleno de drag queens y tan digna como una artista que no se calla.

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