Politólogos al Whisky

El funcionario llegó el 28 de febrero a São Paulo para asistir al primer encuentro de ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales del G20. Allí se reunió con Kristalina Georgieva, la máxima autoridad del Fondo Monetario Internacional, y con otra figura clave: Janet Yellen, a cargo de la secretaría del Tesoro de Estados Unidos. Con esto, sumando la visita de Gita Gopinath – vicedirectora del fondo – el 21 y el 22 de este mes en Buenos Aires, donde mantuvo conversaciones con Caputo y con Javier Milei, la especulación sobre un nuevo acuerdo con el FMI está a la orden del día. Desde el oficialismo las expectativas sobran, pero ¿Cuáles son las posibilidades reales de la gestión actual de conseguir un nuevo préstamo? 

Argentina es el único país del G20 que se encuentra atravesando una recesión. Sin embargo, este año termina el pago de intereses por el programa de facilidades extendidas que negoció, en 2022, el entonces ministro de economía Martín Guzman para la deuda tomada en 2018 durante la gestión de Mauricio Macri, también integrada por “Toto” Caputo. La última de estas metas trimestrales acordadas por Guzmán a cambio de desembolsos para saldar el pago de los vencimientos tendrá lugar en septiembre, lo que avivó las conversaciones. Las voces más optimistas de LLA hablan de un nuevo programa con la capacidad de financiar la más grande de sus promesas de campaña, uno de los temas que catapultó a la fama al presidente en sus inicios como panelista de TV: La dolarización. Los más realistas piensan en alternativas más modestas, conformándose con una posible salida del cepo cambiario. En su viaje de la semana pasada, Gopinath fue la primera en echar paños fríos al sueño libertario, aclarando que no están en condiciones de elevar un nuevo acuerdo con nuestro país al directorio.  

De todas formas, no es necesario escuchar a la segunda al mando del FMI para dimensionar las dificultades que atraviesa la Argentina. El país acumula diez años de estancamiento, seis de crisis en la balanza de pagos y dos en recesión. El gobierno, por su parte, anunció que en enero alcanzó el superávit primario y financiero –algo que no se lograba desde 2012– pero, lejos de ser celebrado, aumentó las preocupaciones de economistas, organizaciones sociales y gremios por igual. Y es que el déficit cero se alcanzó en condiciones más que atípicas: La obra pública se encuentra totalmente frenada, hubo una reducción del 32,5% en términos reales en jubilaciones y del 53,3% en el reparto a las provincias.  Con una inflación del 20,6% el último mes y con los comedores comunitarios sin recibir fondos, anuncios como este no han logrado más que subir la temperatura del termómetro social. 

Luego del encuentro con Georgieva, Caputo afirmó que la directora «celebra y apoya las medidas y los resultados obtenidos», pero la directora se limitó a comentar que los equipos técnicos del Fondo seguirán trabajando para recuperar la estabilidad macroeconómica argentina. Si revisamos el panorama mundial, queda claro que el FMI tiene otras preocupaciones: Zimbabwe, Sri Lanka y otros países están en este momento entrando en la reestructuración de su deuda pública.  

Aunque el ministro lo desmintió en redes sociales, la posibilidad de adquirir nueva deuda parece presente y ya tuvo, incluso, un breve paso por la agenda legislativa:. La Ley Ómnibus, que tras un fallido tratamiento en diputados fue enviada de nuevo a comisiones por el Poder Ejecutivo, sustituye en el artículo 16 de su capítulo IV la obligatoriedad de que los nuevos acuerdos de deuda pública sean debatidos en el congreso. A pesar del fracaso de la ley y de las sobrias declaraciones de las autoridades del FMI, el presidente – que no se caracteriza por su hermetismo – no pierde las esperanzas y lo hace saber. Javier Milei ya estuvo insinuando un nuevo acuerdo con el fondo, dando pistas sobre las características que este podría tener y aclarando que estaría asociado con “reformas estructurales importantes”.

 Insinuaciones aparte, la cuestión permanece sin respuesta. Queda esperar si durante la apertura de sesiones del Congreso, convocada por el presidente para hoy a las 21 hs, el mandatario hará mención en su discurso de este tema que, ya sea por preocupación o por entusiasmo, tiene atento a todo el espectro político.