En comunicación con amigos extranjeros se trata de explicar algo de lo que pasa en Argentina y en este contexto electoral. Perplejos, la mayoría no comprenden que gran parte de la sociedad vote a un candidato con las propuestas de Javier Milei, pero tampoco entienden como otra gran masa del pueblo se incline por el actual Ministro de Economía, que no logra bajar la inflación ni el precio del dólar. Se intenta dar una justificación del porqué: por convicción o ideología, por miedo, por hartazgo, por la necesidad de un cambio, pero ¿la verdad?, no hay una respuesta 100% acertada. 

Y es que Argentina se transforma en eso, en una conjugación de pasiones, sentimientos y aspiraciones, positivas y negativas. Todas encontradas en un año electoral, inmersos en un contexto económico sumamente preocupante y en una sociedad altamente fracturada en las multiplicidad de posiciones políticas en las cuales los argentinos fueron decantándose al llegar a hasta este momento. 

Y este momento es una última batalla, un mano a mano entre Javier Milei, candidato de la Libertad Avanza, y Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria, que definirán quien va a ser quien comande la política nacional en los próximos 4 años. El 19 de noviembre los millones de argentinos están llamados a la cita máxima donde se decantara si el proyecto de la libertad o las proyecciones de un peronismo reconvertido prevalecerá por encima del otro. 

Para comprender y desmenuzar lo que puede llegar a suceder en el balotaje es importante tener una visión completa del camino que se transcurrió hasta el día de hoy. Por eso se cuenta con los aportes de Nayet Kademián, Politóloga y Doctoranda en Ciencia Política en las siguientes líneas a continuación. A la cual se le agradece la predisposición de colaborar con Politólogos al Whisky y con el autor de las mismas. 

Para Nayet la elección se explica por “el miedo y por el espanto”, ya que antes de las PASO no se tomaba en serio la posibilidad de Milei presidente, pero con los resultados de agosto esa idea se hizo presente y muy real. Por eso, el aumento de la masa de votantes de Massa no se toma como un apoyo explícito al candidato, sino un rechazo a las propuestas del candidato de la Libertad Avanza. 

Pasados los primeros minutos de los cierres de los comicios, los grupos de Politólogos al Whisky se comenzaron a inundar de rumores de un “batacazo” o en palabras de Matías Mowszet “Massazo”. Para muchos existió un sentimiento de sorpresa cuando desde el Centro de Cómputos se lanzaron los primeros resultados al ver a Sergio Massa comandando en los números. Pero el aumento del porcentaje desde agosto a octubre no se responden con un simple “aparato” sino que hay distintas causas. 

La primera, explica Kademián es que Bullrich como se preveía, no pudo retener el porcentaje (11%) que había obtenido Horacio Rodríguez Larreta. Esto se explica en la disparidad entre los proyectos que Patricia y Horacio mantenían en las aspiraciones de ser candidato a presidente, y en el segundo término, se evidencia la presencia de radicales o afiliados con el radicalismo que se adelantaron a un posible balotaje entre Massa y Milei, en el cual podrían haberse decantado por Sergio Tomás y lo votaron en este momento debido a la posibilidad de que Javier gane en una primera vuelta. 

Otro factor fue el aumento de la participación de la gente en los comicios. Si bien fue una de las elecciones con el porcentaje más bajo desde el retorno de la democracia, se vio una diferencia significativa con respecto a las PASO, esto se explica por un despliegue del famoso aparato político y el rol que jugaron los gobernadores afines al gobierno y a la actual administración. 

Nayet comenta que Milei cometió una serie de errores en lo discursivo que puede haber afectado a la apreciación que tienen los votantes sobre él. “Se dieron cuenta de una posición muy extremista tocando temas sensibles para la ciudadanía argentina: el tema del papa, el tema del terrorismo de Estado, se puso en contra de las mujeres, un montón de cosas que yo creo que hay argentinos que no lo quieren votar a Massa, pero que están en contra de esas cosas que se expresaron en las urnas”. 

“Porque nosotros los cordobeses…” 

Si hay una figura de los cuales todos los argentinos y en especial nosotros los cordobeses vamos a recordar este 2023 es Schiaretti, Juan se transformó en un 7 de espadas para quienes están jugando mano a mano esta mesa de truco con el objetivo de llegar a 50.01% puntos en noviembre. 

Los 1.784.315 votos que cosechó el “Gringo” se transforman en un activo tanto para Milei y Massa. Hacemos por nuestro país mejoró la performance con respecto a las PASO y Nayet sostiene que este aumento sirvió para “taponar” votos a la Libertad Avanza. 

“Los cordobeses se caracterizan por votar distinto en elecciones nacionales y en elecciones provinciales. Siempre en elecciones provinciales, se decanta por Hacemos por Córdoba (en todas sus versiones, ya que gobierna hace más de 20 años, pero en las nacionales siempre votan por opciones no peronistas. Entonces el votante Schiaretti, sacando al militante orgánico y al simpatizante peronista, esos votos iban para Milei o para Bullrich. Ahora el panorama es diferente, Schiaretti tuvo y tiene un rol clave y que hoy está en una muy interesante posición para sentarse a negociar”. 

Si bien existe una tradición del peronismo cordobés de no alinearse en lo publico con los movimientos nacionales que aspiran a ser gobierno, lo cierto es que la historia reciente de las últimas elecciones nos muestran como se han marcado acuerdos “por lo bajo” que se tradujeron en facilitaciones para una fuerza u otra. En este caso, un posible acercamiento con Massa se toma como una posibilidad, pero aún no hay certezas de esto. 

La implosión de Juntos por el Cambio

Antes de las PASO en unas líneas improvisadas se exponía que “Lo importante para la oposición es comprender el día posterior a la interna, la funcionalidad de la coalición se verá y se pondrá en tela de juicio si logran mantener la unidad que los caracterizó para obtener la presidencia en 2019 y poder lograr así en esta nueva ocasión el cambio que tanto se proponen desde su concepción”. Bueno, todos sabemos que esto no sucedió. 

Juntos por el Cambio se implosionó desde adentró, desde la cruel interna hasta las soltadas de mano por parte de su creador, Mauricio Macri, terminó de dilapidar las aspiraciones presidenciales de Patricia Bullrich, que se despidió con un pálido 23,83%. Si bien el día post derrota no permite dilucidar el futuro del partido que se fundó para lograr un cambio en este país, hoy se encuentran en el desafío de interponer sus intereses en el escenario del “mata o mata” que se definirá en noviembre sin la participación de sus candidatos como alternativa. 

Igualmente, esto no los exime de la responsabilidad, Nayet explica que “hay una fractura en la coalición, Larreta, por un lado, Bullrich por el otro, y Macri coqueteando públicamente con Milei lo configura como un contexto sumamente complejo para Juntos por el Cambio. 

No trates de entenderla… 

Nayet dice que la pregunta fundamental que se inaugura a partir de los resultados de ayer es “¿Cuánta gente no quiere que gane Milei?”. Acá no hay una respuesta clara, sino que va a ser una conjugación de factores que van a determinar el porcentaje final de uno o de otro. En primer lugar, se retoma la idea del aparato político y territorial para poder “activar” los recursos para que la gente vote. También la figura de Bullrich y sus votos, el tercero se dice que define el balotaje, por lo que Kademián “no cree que todos los votos de Patricia migren a Milei” y relacionado con esto hay una suerte de emancipación del electorado, ya que el apoyo explícito por uno u otro por parte de distintas figuras del arco político no necesariamente va a imprimirle votos de quien responde a estos. 

“Va a existir una heterogeneidad en los votos de quienes no votaron a las dos principales fuerzas”, explica Nayet. 

En este contexto, en el país donde todo puede pasar, aventurarse de como se definirá esta disputa parece una apuesta muy arriesgada. En el difícil desafío que tiene uno de tratar de explicarle a un extranjero como funciona la política en Argentina, donde el hecho A se explica por una infinidad de causas y ni los propios comprendemos muy bien lo que pasa. La contienda electoral que definirá quién se sienta en el sillón presidencial a partir de 10 diciembre se puede graficar como una moneda en el aire, pero con algunas certezas claras que se fueron presentando en estas líneas. 

Fiel a la convicción de rechazar cualquier tipo de futurología y apoyándose en los análisis, estadísticas y proyecciones, se puede afirmar que no traten de entenderla sino más bien, contemplemos ser partes vivas de las elecciones que marcarán el curso político del país para el futuro. 

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