En el año 2006, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Federación Rusa convocó a los ministros de relaciones exteriores de la República Federal de Brasil, la República de India y la República Popular China, cuyas economías emergentes son consideradas las más poderosas del mundo, a fundar una agrupación informal en el marco social, económico, comercial y político alternativo al bloque occidental tradicional. A partir de entonces, comenzó a referirse a esta grupo de estados como BRIC, un acrónimo que representa a cada uno de sus miembros.

El objetivo de esta agrupación implica el deseo de estas naciones de transformar el sistema internacional con base en la expansión multilateral cooperativa, y a su vez, fortalecer el peso de estas economías ante el crecimiento desigual de Estados Unidos y la Unión Europea. Finalmente, en el año 2011, Sudáfrica se unió al grupo, transformándose en BRICS, y en conjunto, actualmente, representan el 35,5% del PBI mundial.

Con el paso del tiempo, el crecimiento de estas economías emergentes, tras las diferentes crisis sociales, políticas y económicas que se han extendido a largo de los últimos años; implica un creciente poder económico de los diferentes miembros de la agrupación, y, por lo tanto, también la importancia como una de las principales fuerzas impulsoras del desarrollo económico mundial, gracias a su poder poblacional y en recursos naturales.

Actualmente, la República Federativa de Brasil, la Federación de Rusia, la República de la India, la República Popular China y la República de Sudáfrica en conjunto constituyen más del 42% de la población mundial y abarcan el 18% del comercio internacional. Estos países contribuyen con un 16% de las exportaciones y un 15% de las importaciones mundiales de bienes y servicios, ocupando el 30% de territorio global.

¿Un beneficio o una desventaja para Argentina?

El pasado jueves 24 de agosto, el Presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, anuncio la incorporación, a partir del primero de enero del 2024, de seis nuevos países al bloque emergente: Argentina, Irán, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Etiopía. La expansión del bloque implica un punto de inflexión para el orden mundial, y a su vez, un gran cambio para la política exterior argentina. El grupo alcanzaría el 40% del PBI global alcanzando al G7.

Según Cancellería, la incorporación de nuestro país en el bloque es absolutamente beneficioso, ya que “el ingreso como miembro pleno a los BRICS mejora la capacidad de negociación, incrementa las oportunidades de comercio y financiamiento de nuestro país en beneficio de todas y todos los argentinos”.

La incorporación de Argentina viene acompañada por un profundo apoyo por parte del mandatario brasileño, Lula Da Silva, quien respaldo contundentemente al Gobierno argentino, a pesar de la ausencia de Alberto Fernández en Johannesburgo. Da Silva afirmó que “es posible ayudar a Argentina, siendo miembro de los BRICS, que propondría una estrategia más serena, madura y menos pragmática, como establecen las reglas de hoy, que solo favorecen al sistema financiero”. También criticó al FMI y lo acusó de generar la crisis económica regional en Latinoamérica y en África, y señaló que Argentina era un claro ejemplo de esta manipulación política y económica. Y concluyó que “Brasil no puede hacer política de desarrollo industrial sin contar con Argentina, que es un país que tiene que crecer junto con Brasil”.

Finalmente, el ingreso se hizo una realidad, y a pesar de las críticas o las posibles ventajas que esta puede representar para Argentina, no se puede negar la realidad: Hoy en día, nuestro país entabla relaciones comerciales y económicas con tres de los cinco mercados BRICS, incluso son considerados socios comerciales principales para la nación. De hecho, con base en los datos publicados por Cancillería, cuatro de las provincias argentinas encuentran a Brasil como principal socio comercial y destino de sus exportaciones; en tanto, ocho provincias destinan gran parte de sus exportaciones a China, y finalmente, San Juan y Santa Fe tienen a India como uno de sus principales destinos de productos exportables.

El ser parte de este bloque busca profundizar las relaciones comerciales internacionales de Argentina con Medio Oriente y el continente africano, y a su vez, fortalecer los lazos ya existentes con Brasil, China y Rusia. Por otro lado, también permitiría expandir el ingreso de divisas al Banco Central (BCRA), y acceder a créditos inmediatos gracias al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), creado por los miembros del bloque en el año 2015 con el fin de representar una alternativa al Banco Mundial y al FMI.

No obstante, el ingreso argentino al marco de los BRICS también representa una posición ciertamente antioccidental, gracias a la postura general del bloque de ocupar un rol diferente o alterno a las instituciones tradicionales, donde las potencias modernas toman un lugar hegemónico y de influencia. De hecho, diferentes candidatos a presidente de la oposición han presentado su postura ante esta situación: Patricia Bullrich del Partido Juntos por el Cambio, afirmó “Argentina, bajo nuestro gobierno, no va a estar en los BRICS”, y añadió que dejaría sin efecto el ingreso al bloque si llegará al poder. En tanto, Javier Milei, de Libertad Avanza, dijo que no impulsaría tratos con (estados) comunistas porque no representan los parámetros básicos de libre comercio, libertad y democracia, de libre comercio, pero sí permitiría negocios de privados con países del bloque. Alejándose de esta postura anti BRICS, el candidato del oficialismo, Serio Massa planteo que era una irresponsabilidad salirse de este grupo debido a las relaciones comerciales actuales con Brasil y China, y considera que solo sería un riesgo para la economía argentina. Finalmente, el Presidente Alberto Fernández respondió a las críticas, asegurando que «la política exterior no tiene ideologías».

El ingreso argentino a los BRICS es ciertamente favorecedor para los lazos comerciales actuales; no obstante, la situación de ciertos miembros de este bloque en el marco de derechos humanos, es desconcertante para una nación que se destaca por su lucha en esta materia.

2 respuestas a “BRICS: Argentina como economía emergente”

  1. Excelente análisis, además de aclararme todo el tema. Muy claro, conciso y a la vez completo.

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  2. […] Desde el punto de vista de la Argentina y el resto de los países que fueron invitados a ingresar al grupo (Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Etiopía e Irán), las razones para querer entrar pueden estar un poco más sobre la mesa. Más allá de las ideologías y las afinidades, formar parte de un grupo reducido con estas características implica sentarse en la mesa donde se toman decisiones que afectan intereses en todo el mundo. […]

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