Buenas… aparezco. Pido disculpas por el mes pasado, tenía la carta a la mitad y por A o por B no la mandé. Un poco de lo que viene pasando: en 10 días tomé más decisiones que en 6 años en mi vida, así que al palo, pero con mucha ilusión por lo que se viene. Espero que ustedes vengan con sus cosas acomodadas y si no, como siempre, todo pasa.
En mis otros trabajos y por hobby sigo con atención todo lo que viene pasando en el marco de la guerra en Ucrania. Obviamente, cuando dicen “nuclear” mi teléfono tiene una notificación personalizada que dice “gordo, calentá que entras”. Igualmente, en este caso no voy a hablar de que la retórica nuclear se está usando en los sucesos entre Rusia y Ucrania de forma indiscriminada, sino que me voy a meter en algo que me viene interesando de forma colateral, los drones.
Un poco de orden. La idea de esta entrega es hablar de los drones, pero en un sentido más amplio. A todos (?) nos gusta ver cómo un vehículo aéreo no tripulado (UAV, por sus siglas en inglés) tira un par de misiles a una estructura militar. Pero los drones se emplean para millones de cosas, así que vamos a hacer un repaso de algunas ideas generales, sus funciones, vamos a hablar de la guerra, obvio, y vamos a preguntarnos qué hace Argentina en este campo (que spoiler, tiene un desarrollo interesante en esto). Arranquemo’.
Algunas definiciones: un UAV o dron es una aeronave sin piloto, una máquina voladora sin piloto humano a bordo ni pasajeros. Como tal, “no tripulado” implica la ausencia total de un humano que dirija y pilote activamente la aeronave. Las funciones de control de las aeronaves no tripuladas pueden estar a bordo o fuera de él (control remoto). Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos han definido un UAV como un dispositivo utilizado para el vuelo en el aire que no tiene piloto a bordo. Esto incluye todas las clases de aviones, helicópteros, dirigibles y aeronaves de transporte que no tienen a nadie a bordo.
Los drones se usan para una bocha de cosas, que se pueden dividir en 3 ámbitos: militar, comercial y civil. Estuve chusmeando un trabajo que hicieron en el Ministerio de Desarrollo Productivo y explican que los drones en el mundo se emplean un 60% para el ámbito militar y 20% y 20% ente el civil y comercial. Si quieren ver en qué cosas intervienen los UAV les recomiendo que lean esto y esto.
Obviamente, hay países a la vanguardia en la producción y desarrollo de drones. Adivinen, sí, Estados Unidos y China están a la vanguardia. China tiene el 70% de la producción de drones comerciales, pero los Estados Unidos e Israel son los pioneros en el campo militar.
Ojo con los misiles
Muchas veces se habla que la guerra trae progreso, hay muchos desarrollos tecnológicos que se dieron en época de conflictos entre Estados y obvio los drones no son la excepción a esto. Teniendo en cuenta que el 60% de los UAV son de producción militar, se habla de una tendencia que ya está marcada en el campo de batalla en la actualidad.
Hay una película que habla de cómo se usan los drones: espías en el cielo. En este film nos muestran una gran variedad de drones y cómo se emplean para conseguir sus objetivos. Además, nos muestran las grandes ventajas que tienen estos en su empleo bélico: en primer lugar, no perdés una vida si te lo derriban (fundamental); en segundo término, son relativamente accesibles; y tercero, tienen una gran maleabilidad, ya que al estar dotados con sensores y cámaras te dan una gran precisión a la hora de atacar.
Lo considerable como toda capacidad disruptiva en la guerra es que generan ventajas comparativas a las armas convencionales. Mirando un poco el futuro, muchos hablan de la “robotización de la guerra”, esto obviamente va acompañado de procesos de modernización de los arsenales y obviamente los drones son algo a tener en cuenta.
En palabras de un especialista: “los grupos estatales y no estatales que no pueden permitirse comprar aviones de combate pueden comprar drones, y aunque los drones no son tan capaces como los aviones de combate, les dan a los actores acceso a cierto poderío aéreo. Combinado con tecnologías digitales que permiten vigilancia de alta definición y ataque de precisión, los drones pueden ser bastante letales para las fuerzas terrestres”
¿Y quién los controla?
Acá entramos en un gris y, como todo, “la política responde a los fenómenos y no los prevé”. En ese sentido, obvio que hay países que establecieron una normativa para el uso de los drones comerciales o civiles (acá se excluye lo militar), pero no existe un consenso universal acerca de cómo los drones deben ser regulados por los países. Según el informe que les mencioné antes, “en el mundo, todavía predomina una vasta diversidad de posturas regulatorias relativas a la operación de drones que varían considerablemente de un país a otro”.
Existen 7 posturas graduales, que van desde la prohibición hasta la ausencia de un marco: 1. Prohibición total. 2. Prohibición efectiva. 3. Se requiere línea de visión: los pilotos deben poder ver los drones en todo momento y, por lo general, deben obtener una licencia o permiso. 4. Línea de visión experimental: los pilotos pueden dejar que el dron vuele fuera de su campo de visión, por ejemplo, durante una carrera. 5. Se aplican restricciones: los drones deben estar registrados y/o se requieren autorizaciones adicionales. 6. Sin restricciones: los pilotos pueden volar sus drones libremente, incluso alrededor de una propiedad privada o de un aeropuerto, y por debajo de 150 metros. 7. Sin legislación relacionada con drones
Y los países se dividen en:
¿A dónde vamo’ a parar?
Ustedes se preguntarán: qué tiene que ver Argentina en todo esto y ojota, que en Argentina hay muchos drones. En el informe del Ministerio lo desarrollan. Según los datos de 2019 reportados por la Cámara Argentina de Empresas de Drones y Afines (CAEDYA), en Argentina hay alrededor de 16.600 drones, de los cuales aproximadamente 13.000 están registrados en la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil).
En el ámbito militar tenemos muchos proyectos de las FFAA que se vienen desarrollando hace mucho, les dejo un trabajo que hace el desglose de estos proyectos. Desde el inicio de la década del 70’, Argentina comenzó a fabricar drones a través de los tres sectores de las FFAA. Esto le permite al país ser parte de la selecta lista de países –por lo menos 12, entre ellos Estados Unidos, Israel, China, Rusia, Corea del Sur y Reino Unido– que tendrían establecidas las bases operativas de testeo y desarrollo de drones militares. Sacala del medio, gil.
¿Esto es bueno? Sí, ser parte de un grupo selecto de países (menos de los de mayor inflación anual) te permite entrar a la vanguardia y posicionarte como un país productor y que pueda exportar sus conocimientos y capacidades. Ojo, Argentina está en grupos selectos en la industria nuclear, la industria espacial y también en los drones. Así que sí, mi país.
Los drones no solo van a cambiar la forma en la cual los países van a la guerra. Su versatilidad y sus distintas facetas van a modificar los ecosistemas urbanos, especialmente el transporte, la infraestructura, los servicios de soporte y los organismos de regulación y control entre jurisdicciones.
Esto representa una serie de retos, desafíos y oportunidades. Como reza una canción: “el futuro llegó hace rato” y los drones son parte de esto. Está en los países, las ciudades y las personas determinar cómo se preparan para afrontar este futuro y si van a utilizar los robots voladores para desarrollar y fomentar sus objetivos.
Los dejo. Espero que esta carta les sirva para algo y saben que me pueden encontrar en el mail de PAW o en cualquier red social (menos en tiktok que es super privado). No se olviden que pueden ayudar a que Poli se siga manteniendo. Les agradezco de antemano si llegaron hasta acá. Nos vemos la próxima que espero sea con todo un poco más calmo. Abrazos.
Mis recomendaciones en el día de la fecha:
- Estuve viendo Cyberpunk, qué locura y que aterrador puede ser un futuro
- Lean a Vicky que escribió sobre los dragones y las armas nucleares en el mundo de GOT
- Esta carta va musicalizada con el disco sinfónico de Cerati en México