Una Caída en picada desde las teorías del comunitarismo, justicia social y biopolítica

Caída en picada, uno de los capítulos que compone la serie Black Mirror, fantasea o ¿exhibe? cómo la tecnología y, especialmente las redes sociales, han ocupado un espacio de enorme influencia en nuestra vida cotidiana. La obra se desarrolla en una ciudad que tiene como protagonista a Lacie, una mujer que aspira a un mayor reconocimiento social dentro de una comunidad que goza del poder de evaluarse moralmente entre los miembros que la componen mediante un sistema de puntuaciones. Este sistema, que va de 1 a 5, representa un nivel de status, entiéndase 1 como el más bajo, y 5 el más elevado. Cada acción social es evaluada a través de un dispositivo móvil para formar un “promedio moral”; y cuanto más alta sea la puntuación, mayores serán los privilegios dentro de la comunidad. El desarrollo de la obra es anacrónico, no hay referencia ni al pasado, ni al futuro.

La comunidad en la que convive Lacie parece fundamentarse bajo principios banales y superficiales de la justicia, como si la apariencia y el interés dominen las relaciones. Esta exageración abre camino a lo expuesto por Michell Foucault: ¿Una trasformación general de actitud, un “cambio que pertenece al dominio del espíritu y de la subconsciencia”? 115 Quizá, pero más segura y más inmediatamente, un esfuerzo para ajustar los mecanismos de poder que enmarcan la existencia de los individuos; una adaptación y un afinamiento de los aparatos que se ocupan de su conducta cotidiana, de su identidad, de su actividad, de sus gestos aparentemente sin importancia, y los vigilan; una política distinta respecto de la multiplicidad de cuerpos y de fuerzas que constituye una población. Lo que se perfila es sin duda menos un respeto nuevo a la humanidad de los condenados —los suplicios son todavía frecuentes incluso para los delitos leves— que una tendencia a una justicia más sutil y más fina, a una división penal en zonas más estrechas del cuerpo social. Según un proceso circular, el umbral de paso a los crímenes violentos se eleva, la intolerancia por los delitos económicos aumenta, los controles se hacen más densos y las intervenciones penales más precoces y numerosas a la vez. (Foucault, pág. 76)

Caída en picada sea tal vez la caída dentro del umbral a través del proceso circular que Foucault encuentra en el problema de la justicia dentro de las sociedades modernas. Se muestra a Lacie en constante tensión, obsesión y ambición por lograr reconocimiento en una sociedad con una observancia excesiva sobre las acciones individuales. Charles Taylor explica que puede ocurrir ante un excesivo espíritu de la solidaridad social y las costumbres sociales: “¿Qué depositamos en el espíritu de la solidaridad social y las costumbres sociales que surgen de él? En ciertas sociedades la respuesta tal vez sea: muy poco. Pero así sucederá donde ese espíritu sea falto o débil. Donde es fuerte, puede haber problemas con la observancia excesiva de nuestras instituciones acerca del proceder justo. Tratar de definir y de ejecutar en detalle algunos de nuestros sentimientos comunes acerca de la igualdad pueden debilitar el sentimiento común del compromiso moral y la solidaridad recíproca a partir de los cuales se desarrollan esos sentimientos.” (Taylor, pag 179).

Lacie tiene la idea de comprar una lujosa propiedad, pero para ello debe obtener de media 4.5, cuando ella es 4.2. Recibió el llamado de una amiga de la infancia para invitarla a su casamiento, evento al que asistirían “peces gordos”, y es una oportunidad para mejorar su status. A medida que aumenta la obsesión de Lacie por llegar a 4.5 de media social, más se aleja del sentimiento común que existe dentro de la comunidad, y comienza a recibir rechazos.

“En contraste, aquí el paradigma comunitario propuesto aplica la noción de la regla de oro en el ámbito social para caracterizar la buena sociedad como una sociedad que fomenta tanto las virtudes sociales como los derechos individuales. Yo afirmo que, más que la maximización de orden o de autonomía, lo que una buena sociedad requiere es un equilibrio cuidadosamente mantenido entre uno y otra.” (Etzioni, pág. 24). La sociedad que se plantea en la obra no fomenta un equilibrio entre orden y libertad. Los individuos tienen la autonomía para decidir y evaluar acciones, pero el orden social es mucho más fuerte; tiene mayor importancia y recursos que la libertad. Esta idea la vemos reflejada en la escena donde Lacie discute con un personal aéreo por perder el vuelo camino a la boda. Un agente de seguridad fue llamado con la idea de restaurar el orden, pero este no era un simple agente de seguridad. El oficial tenía la capacidad de penar a Lacie por “insultos y blasfemia” mediante una medida punitiva, temporal y de doble perjuicio; por lo tanto, Lacie fue detenida, juzgada y sancionada en el acto. Claramente no hay un equilibrio entre orden social y libertad. Etzioni dice: “El eje actual es la relación entre el individuo y la comunidad, así como entre la libertad y el orden.”

La mujer en el camión cuenta a Lacie que, luego de la injusta muerte de su esposo, no le interesa vivir bajo los estándares que propone la sociedad ya que los considera injustos. También podemos analizar a la mujer que maneja el camión desde la perspectiva de esa ayuda en circunstancias difíciles a las que hace mención Rawls: “El conocimiento público de que vivimos en una sociedad en que podemos depender de que otros nos ayuden en circunstancias difíciles, tiene en sí mismo un gran valor. No altera mucho la cuestión la posibilidad de que nunca necesitemos esta ayuda, y la de que hayamos de prestarla sólo de modo ocasional. El balance de beneficios estrictamente interpretado puede no importar. El valor primario del principio no se mide por la ayuda que realmente recibimos, sino antes bien por el sentido de seguridad y confianza en las buenas intenciones de otras personas y en la certeza de que están ahí si las necesitamos. De hecho, sólo es necesario imaginar lo que sería una sociedad si se supiese públicamente que este deber era rechazado. Así, aunque los deberes naturales no son casos especiales de un principio único (o eso he supuesto), razones similares sin duda apoyan muchos de ellos cuando consideramos las actitudes subyacentes que representan. Una vez que tratemos de imaginar la vida de una sociedad en que nadie tiene el menor deseo de actuar según estos deberes, vemos que expresaría indiferencia si no desdén a los seres humanos, lo que haría imposible el sentido de nuestra propia valía. De nuevo, hemos de observar la gran importancia de los efectos de la publicidad (Rawls, pág. 311).”

Me pregunto si Lacie se tomó el tiempo de observar los efectos que produjo la publicidad donde se ve proyectada en imágenes por medio de un cartel digital, dónde  figura feliz viviendo en la casa que visitó minutos antes con intención de comprar, acompañada de un hombre que alimenta su deseo. O también, si en algún momento dudo sobre las asesorías que recibía acerca de cómo debe actuar para obtener mejores puntuaciones. En estas asesorías, a Lacie le aconsejan que sea ella misma, porque la gente de status nota cuando alguien lo “intenta demasiado”. Lo que la protagonista no tuvo en cuenta es que su amiga de la infancia, quien le solicitó ser dama de honor y para ello dar un discurso, tenía a su vez un interés de por medio.

La novia de la boda, Naomi, propuso un acuerdo de ventajas para las dos, pero sin que Lacie lo supiera. No fue hasta el momento en que la cancela de su boda, por haber llegado a una puntuación por debajo de 2, que se muestra a Naomi recibiendo la misma asesoría que recibía Lacie. Allí le explica que su interés era generar empatía entre los invitados por darle la oportunidad a una amiga de la infancia a ser la dama de honor. Lacie no supo leer esos mensajes de su hermano o la mujer del camión que le demostraban otro camino. Su obsesión por pertenecer a un status ajeno llevo a encontrarla con leyes que escapan a sus valores, y tuvo que pagar el precio por desobedecer a la ley. Lacie termina el capítulo detenida en una cárcel luego de realizar un escándalo en la boda. En prisión, recupera su sonrisa insultándose con otro detenido.

Referencias

Etzioni, A. (1999). La nueva regla de oro / The New Golden Rule. Paidos Iberica Ediciones S a.

Foucault, M., & del Camino, G. A. (2013). Vigilar y castigar. SIGLO XXI EDITORES.

Rawls, John Teoría de la justicia (2006); trad. de María Dolores González. (Primera Parte: Teoría. Instituciones Cap. 6)

Mulhall, S. y Swift, A. (1996) Liberals and Communitarians, Blackwell: London

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