#EsElCineEstúpido Nº5 – The Good Fight: cuando la realidad supera lo absurdo

Mientras me decidía a escribir mi próximo artículo, mi elección estaba entre la serie original y su spinoff. The Good Wife es una gran serie, incluso me animo a decir que es una de las mejores series de la televisión. The Good Wife es un drama político judicial que narra la historia de Alicia (Julianna Margulies), madre y esposa que, tras trece años de matrimonio con Peter Florrick (Chris Noth), fiscal del distrito, asiste a cómo éste acaba en la cárcel por diversos escándalos de sexo y corrupción. Tras esto, ella se ve obligada a volver a ejercer como abogada. 

Pero su spin off (algo ya con identidad propia) es incluso mejor serie y, por sobre todo, una serie que trata temas actuales, realizando una radiografía de nuestro mundo actual.  The Good Fight se centra en  Diane Lockhart (Christine Baranski) ex jefa de Alicia en su serie predecesora. 

La serie empieza con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016, caso que obligó a los creadores a cambiar en el último minuto sus planes. “Habría sido muy interesante contar cómo Hillary Clinton se convertía en presidenta, porque Diane Lockhart siempre la ha apoyado”dice Michelle King. 

Cuando se afirma que The Good Fight es no solo el primer, sino el mejor retrato del mundo tras la llegada de Trump, no es porque su trama hable de asuntos como el feminismo, los conflictos raciales o los escándalos sexuales, sino que toca y habla de temas como el #MeToo, de Aziz Ansari, de los abusos sexuales en los realities, del impeachment contra Trump, de la nula privacidad de Facebook, del linchamiento social, etc. 

La serie creada por Michelle King y Robert King imagina cosas como que una de las actrices porno que “esconde” el presidente de los Estados Unidos bajo la alfombra se convierte en su Garganta Profunda, o que la Primera Dama las contacte para pedir el divorcio, o que una red social estilo Facebook los contrate para enfurecer a los trolls de ultraderecha que ondean la bandera de la “libertad de expresión” (o, mejor dicho, la libertad para amenazar). Bromean con la parcialidad e incluso inmadurez de los jueces. 

La serie, con el paso de sus temporadas, se va poniendo oscura y más crítica, pero a su vez su nivel de comedia también crece y por sobre todo lo absurdo (y real) toma posesión de la serie. Un ejemplo de esto es la forma que tiene el show de explicar preceptos legales o sucesos mundiales en forma de dibujos animados que te dejan perplejo y con una carcajada. 

El resultado es una serie increíble que invita a la reflexión (y a la carcajada) en cada capítulo.  Solo podemos hablar de un mundo loco desde la locura. Y qué mejor que la maravillosa risa de Baranski de fondo en bucle.

Escrito por

Piloto de Planeador Piloto Privado de Avion Piloto Comercial de Avion 4to año Gobierno y RRII. UADE https://www.linkedin.com/in/esteban-pettenazza-640ba1128/

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