Argentina recibirá una millonaria inversión por parte de una empresa australiana llamada Fortescue Future Industries, considerada la mayor con fines sustentables en nuestro país. Siendo US$ 8.400 millones un gran movimento de capital, podemos afirmar que su fin es el de convertir a la provincia de Rio Negro en un polo mundial exportador de hidrogeno verde; generado a partir de energias renovables, con una producción de 2,2 millones de toneladas anuales para el 2030. En este caso, siendo Argentina un país vanguardista por una propuesta que llevará a la transformación del país a uno más ecológico.
Este masivo proyecto de Fortescue Future Industries planea construir un parque eólico que abastece a una planta de producción de hidrógeno, este novedoso combustible se obtiene aplicando corriente eléctrica para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno, en este caso será suministrado por agua de mar desalinizada y de un puerto de exportación encontrado no muy lejos de Punta Colorada, Rio Negro. La ubicación fue estratégicamente elegida por las condiciones climáticas propias de la zona, este país posee cursos de agua caudalosos y también vientos potentes que pueden aprovecharse para fines sustentables, además de su extensa salida al mar argentino.
Con una inversión de 7.200 millones de dólares y que se extenderá hasta 2028, en la primera etapa productiva se producirán unas 215.000 toneladas de hidrógeno verde. Esta tiene una capacidad energética equivalente al abastecimiento de consumo eléctrico de 1,6 millones de hogares. Además, la empresa australiana estima generar más de 50.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
A pesar que en la última década nuestro país confió en alternativas nocivas para el medio ambiente, como lo es Vaca Muerta, en la cumbre de Glasgow el gobierno argentino se comprometió para la transición energética al 2030. También, uno de los tantos países latinoamericanos que reclamó por financiación internacional y canje de deuda externa a cambio de medidas medioambientales fue Argentina. Específicamente, no somos de los países que más contribuyen al daño medioambiental pero sí sufrimos las fatalidades y consecuencias de este, como son los incendios, sequías y demás desastres ambientales. Gracias a que el movimiento social ambiental en Argentina es masivo, la presión que tiene el gobierno es grande en materia de cuidado medioambiental.
Con respecto a la transición energética al 2030, el presidente Alberto Fernández firmó en este encuentro documentos en los que compromete a su gobierno y al país a la adaptación al cambio climático y a reducir de manera drástica la emisión de gases de efecto invernadero, por lo que las regulaciones del transporte público y privado, y la implementación de vehículos eléctricos son tan solo un objetivo a mediano plazo.
