En los Tratados Internacionales de Derechos Humanos y en la Constitución Nacional, se entiende al Derecho a la Identidad como un derecho humano fundamental y además, es el punto de partida para la concreción de otros derechos. El Derecho a la Identidad es el derecho de cada persona a saber quién es, es el derecho de cada uno a ser uno mismo, a conocer su nombre, su origen, su historia, a saber quiénes son sus padres biológicos.
La última dictadura militar, en complicidad con sectores pudientes de la sociedad civil, produjo la desaparición de treinta mil personas a través de la implementación de un plan sistemático de torturas, secuestros, apropiación de niños y niñas, asesinatos, entre otros crímenes de lesa humanidad.
Abuelas de Plaza de Mayo, quienes están cumpliendo 44 años, han recuperado la identidad de 130 nietos y nietas y aún se continúa con la búsqueda de las identidades que faltan restituir. En el presente año la propuesta reside en sumarse a la campaña “Florece Identidad”, creando pétalos de diferentes formas, colores y tamaños que invitan a pensar quiénes somos, de dónde venimos, qué hacemos y hacia dónde vamos. El año pasado se convocó a plantar vida, como un acto de memoria y futuro y este año, se invitó a construir flores como una metáfora de la esperanza que se viene sembrando desde hace décadas, para ver florecer las identidades que faltan.
Esta ley es un reconocimiento a la lucha histórica de quienes jamás dejaron de poner su cuerpo en el espacio público para demandar la recuperación de las miles de identidades que aún faltan y es, además, una reivindicación al Derecho a la Identidad.
