Por Ezequiel Magnani (@ezemagnani) y Maximiliano Barreto (@BLMARGENTINA)
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“Puntos Axiales del Sistema de Defensa Argentino” es un primer acercamiento a un conjunto de reflexiones sobre la defensa nacional argentina que creemos imprescindible dar no solo en la academia, sino en toda la sociedad. El punto de partida fue la observación de que, desde la democratización hasta el presente, Argentina contaba con esfuerzos académicos sobre diversas dimensiones de la defensa nacional como ser las relaciones cívico-militares, la vinculación entre política de defensa-política exterior y los llamados “nuevos temas”. También las cuestiones vinculadas a la justicia militar, los estudios de género dentro de las Fuerzas Armadas y el rol y percepción del instrumento militar en la sociedad civil.
Más allá de esto, recientemente pueden divisarse algunos esfuerzos enfocados en el estudio de lo que Jorge Battaglino (2015) denominó como “los fundamentos de la defensa nacional”. En este escenario, aportar reflexiones para atenuar la vacancia referida al estudio de los factores que determinan el grado de importancia que un Estado le atribuye a la defensa de su soberanía, se avizoraba como una estrategia con potencial para alcanzar el convencimiento de la sociedad sobre la necesidad de tener una defensa nacional. Asumiendo que la defensa nacional no tiene una importancia per se, habitualmente se la justifica poniendo el foco fuera del país, esto es, en las amenazas estatales externas, en aquello de lo que se quiere defender. Estas reflexiones -muy necesarias- resultan a menudo lejanas del quehacer cotidiano e incluso posible de la sociedad (algunas amenazas parecen tan abstractas o tan complejas que se visualizan como poco factibles de repeler en el estado de cosas de nuestro país). Pensar en “la defensa nacional de las cosas”1, podría conducirnos a otros caminos.
Por otro lado, en aquella lectura inicial, observamos cierta atomización en la producción académica, en detrimento de abordajes integradores y con la aspiración de comprender a la defensa nacional como un todo, tal como tiene lugar en la realidad. Sin perder de vista que la defensa nacional es multidimensional y, analíticamente, es necesario individualizar y estudiar por separado sus diversos subtemas, se requieren esfuerzos que establezcan conexiones y nos otorguen una visión global. Justamente, sobre estas discusiones se inscribe el libro y en función de la importancia del estudio de los puntos axiales del sistema de defensa argentino, el trabajo se estructura en siete secciones que contribuyen a un análisis detallado de cada uno de ellos. Además, cabe decir que los capítulos son de diversa naturaleza, conteniendo aquellos que son de características propositivas como los que se centran en una dimensión tanto analítica como descriptiva.
En la sección I, se expone parte de la respuesta al interrogante: ¿cómo organizar el universo de recursos, instalaciones, geografías, conglomerados demográficos, etc. que debemos defender, de una manera aprehensible? En esta dirección se presenta la idea del “punto axial” del sistema de defensa en tanto esquema conceptual articulado sobre la tradicional diferenciación de la geopolítica entre factores geopolíticos estables y variables e influjos. El andamiaje que se edifica, ordena las combinaciones de activos estratégicos identificables en el territorio nacional e, incluso, más allá. Un punto axial aparece configurado como la articulación de diversos factores geopolíticos, articulación que responde a una lógica específica, pero que se integra a una lógica mayor, la de todo el sistema de defensa.
En la sección II se explora el escenario estratégico de seguridad sudamericano a la luz de las variables estructurales mencionadas por la Teoría de los Complejos de Seguridad Regional con el objetivo de exponer las implicancias que puede tener este escenario para la seguridad en Sudamérica. En función de ello, se mencionan aquellas cuestiones que la Argentina deberá tener en cuenta en materia de defensa nacional para consolidar su actual posicionamiento estratégico defensivo. Este trabajo se incluye en lo que puede ser denominada como la “Dimensión Estratégica de la Defensa Nacional”, ya que la misma aborda la importancia que tiene para un Estado el escenario estratégico mundial y regional en el cual se encuentra inserto a la hora de decidir cuáles son los potenciales contextos adversos que enfrenta el Estado, qué activos estratégicos debe prepararse para defender y de qué forma debe hacerlo.
La tercera sección contiene los capítulos 3, 4, 5 y 6. Los mismos abordan cuestiones relativas al sistema del Atlántico Sur Occidental, punto axial que reviste de una sustantiva importancia para la República Argentina tanto en términos estratégicos como simbólicos. En el capítulo 3, Mariana Altieri retoma el concepto de “Subsistema Malvinas” que hace referencia a las islas del Atlántico Sur Occidental y el espacio marítimo que se proyecta a su alrededor y argumenta que tal reviste una importancia geopolítica clave en el contexto de reacomodamiento del poder mundial propio del siglo XXI. En este marco, define a la Argentina como una nación bicontinental y de proyección oceánica que requiere una estrategia que contemple no solamente el derecho internacional como herramienta de reivindicación soberana, sino -y sobre todo- una política de despliegue y ocupación del Atlántico Sur a partir del desarrollo de las capacidades de la defensa nacional.
El capítulo 4 desarrollado por Nicolás Zingoni Vinci versa sobre la importancia de la Antártida y de sus recursos naturales en términos estratégicos, sosteniendo que los mismos son fundamentales para un mundo que cada vez necesita mayores cantidades de materias primas para sostener a su creciente población y sus pretensiones de desarrollo económico. En este sentido, en el capítulo retoma el interés creciente de las potencias y los países emergentes en formar parte de la administración de la Antártida y la presión que ello significa para los objetivos actuales del Tratado Antártico; en pos de analizar la importancia estratégica de la Antártida, los intereses de las grandes potencias respecto a ella, los dilemas que puede enfrentar el Sistema del Tratado Antártico y los desafíos que presumiblemente deberá hacer frente la Argentina.
En este marco, el capítulo 5 de Agustina Felizia aborda la vinculación entre la cuestión de las Islas Malvinas y la cuestión Antártica, realizando un análisis de los intereses económicos y estratégicos del Reino Unido en el Atlántico Sur en su conjunto. A partir de dicho análisis, en el capítulo afirma que la defensa de nuestro país debe pensarse desde la multiplicidad de aspectos que ésta involucra y relacionando la cuestión de las Islas Malvinas con la Cuestión Antártica. Por su parte, el capítulo 6 preparado por Esteban Agustín Covelli, esboza una relación poco frecuente en los estudios de defensa: aquella que se establece entre esta y la pesca. Si bien la pesca es una actividad netamente económica ajena a la defensa en sentido estricto, su papel respecto a los intereses del Estado argentino la convierten en un factor que debe incluirse en la planificación de la defensa.
La cuarta sección incluye a los capítulos 7 y 8 a partir de los cuales se desarrolla la importancia del punto axial vinculado a los recursos naturales presentes en la Argentina. Por un lado, el capítulo 7 de Agustina Bertero nos introduce en la temática, ya que repasa el tratamiento que recibieron los recursos naturales en las doctrinas militares de Argentina desde 2003 al presente; diagnóstico fundamental para reflexionar los desafíos venideros. Por otro lado, el capítulo 8 elaborado por Lilián Berardi trabaja en torno a la prioridad que reviste la defensa de los recursos naturales en las agendas de los Estados en el siglo XXI. A partir de la justificación de dicha premisa, el capítulo analiza la Política de Defensa argentina durante el período 2003-2019 hacia los recursos naturales no renovables situados alrededor de las islas Malvinas.
La quinta sección nos invita a reflexionar sobre la ciberdefensa a través del capítulo 9 elaborado por Martín Salmerón. Las denominadas Infraestructuras Críticas, frágiles y a la vez cruciales dentro del sistema nacional de defensa, son analizadas desde un punto de vista original afirmado sobre el supuesto de que si bien podemos hablar de relaciones internacionales de un Estado sin necesidad de hablar de ciberdefensa, es imposible tratar temas de ciberdefensa sin comprender que la misma está enmarcada dentro de las relaciones internacionales de un Estado.
La sexta sección “producción para la defensa” se conforma por el capítulo escrito en coautoría por Fernando Esteban Ventura y Jorge Alejandro Suárez Saponaro. Con un carácter en alto grado propositivo, los autores observan que el complejo industrial de defensa argentino se encuentra en una delicada situación ante la falta de una estrategia definida. En este escenario, proponen una serie de reformas y líneas de acción que permitirán en el corto plazo terminar con el proceso de degradación y, en el mediano plazo, recuperar capacidades que no solo beneficiarán a la seguridad del Estado, sino que también serán un factor importante en el desarrollo del país.
Por último, la séptima sección reúne los capítulos 11 y 12. Por su parte, Emilse Eliana Calderón reflexiona sobre la dimensión estratégico-militar de la política exterior del gobierno del Frente de Todos y su ineludible vínculo con la política de defensa. Dada la reciente llegada de esta coalición al poder en Argentina, se delinean tres premisas básicas que dan cuenta de las características del contexto global y regional en el que asume el gobierno Alberto Fernández. Finalmente, Gustavo Eduardo García estudia la compleja vinculación que se establece entre las consideraciones territoriales y la conciencia territorial que la población argentina ha asumido históricamente. Centrándose en la cuestión Malvinas, el abordaje de este nexo aporta elementos para comprender los diseños de política exterior relativos a la soberanía argentina sobre las Islas. Justamente, este entendimiento permite divisar las falencias presentes hasta el momento en pos de tomar, en los años venideros, medidas que sean consecuentes con la reafirmación de los derechos argentinos no solo sobre las Islas Malvinas, sino también sobre los territorios marítimos que no están en disputa.
Asimismo, el libro cuenta con un prólogo de Jorge Battaglino -Rector de la Universidad de la Defensa Nacional-, en donde, además de destacar la importancia de incentivar los estudios sobre defensa en las nuevas generaciones de investigadores, resalta la relevancia del libro en la medida que busca ahondar en un tema muy poco explorado en la actualidad por la literatura. En cuanto al encuadre institucional, es publicado con el sello editorial de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el respaldo de la Fundación Meridiano y la Escuela de Relaciones Internacionales (UNR).
Dado lo dicho, los autores aspiran a que este aporte inicial contribuya a atenuar la inestabilidad de la política de defensa. La identificación y reconocimiento de aquellos activos estratégicos que la Argentina debe defender es una manera de fundamentar en términos políticos la estabilidad de la inversión en defensa, ya que así se evidencia la necesidad de preparación y posesión de capacidades requeridas para protegerlos más allá de las características del entorno estratégico del momento. A su vez, la consideración de dichos activos contribuye a la solidez de la política de defensa por cuanto las características de estos y su integración geopolítica dentro del territorio nacional pueden servir de guía respecto a las necesidades del instrumento militar en cuanto a su organización, equipamiento, despliegue y adiestramiento. En definitiva, identificar aquellas cuestiones que como nación queremos defender y reconocer su disposición geopolítica dentro del propio territorio nacional pueden funcionar como guía y punto de apoyo de la inversión en defensa nacional.
Notas al pie
1 Proponemos hablar de la “defensa nacional de las cosas”, parafraseando al llamado Internet de las cosas (IoT, por su sigla en inglés), la cual es una etiqueta que cotidianiza la conectividad a la red dada su presencia en cada vez más cantidad de objetos. Así, Internet está cerca: en un reloj, en el smartphone, en el auto. En nuestro caso, al asumir lo sostenido en la respuesta anterior, acercamos a la defensa a una gran cantidad de activos, procesos, actores y geografías que nos son cercanas.