La OCDE proyecta un crecimiento del 6% para la economía argentina y global

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó este lunes el primer volumen para 2021 del OECD Economic Outlook, su informe bianual acerca del estado de las economías que componen al organismo, además de algunas otras seleccionadas. En él se detallan las proyecciones de los principales indicadores económicos para los próximos dos años, tanto a nivel nacional como global, junto con una serie de políticas recomendadas para fomentar el crecimiento y la estabilidad.

Según el documento, la economía mundial crecerá cerca de un 6% este año, luego de una caída del 3,5% en 2020, en camino a retomar su nivel pre-pandemia para fines del 2022. Sin embargo, también aconseja tomar “con pinzas” este número, debido a un factor clave en aumento: la desigualdad.

A pesar de la puesta en marcha de masivas campañas de vacunación en muchos de los países miembros, existen significativas asimetrías de inmunización entre zonas de distinto nivel de desarrollo. Las consecuencias epidemiológicas de este hecho, como brotes persistentes y la aparición de nuevas variantes, conllevan inevitablemente efectos socioeconómicos negativos. El análisis resalta con especial preocupación las probables contracciones prolongadas y el crecimiento de la pobreza en países con menor acceso a vacunas, ya que cada confinamiento o cierre de fronteras se traduce en un nuevo revés para las economías nacionales.

Sin embargo, la presente edición destaca las redes de seguridad creadas para contener el impacto socioeconómico del COVID:“Nunca en una crisis han sido […] las políticas tan rápidas y efectivas”. Fuertes respuestas monetarias y fiscales de la mano de un Estado presente se han convertido en el sello del momento actual. En sintonía con las recomendaciones del FMI, la OCDE insta a no detener estos paquetes de ayuda hasta haber recuperado las sendas de crecimiento previas al año pasado. De todas formas, no abandona las sugerencias de consolidar un marco fiscal sostenible y realizar un seguimiento de la inflación en el corto y mediano plazo.

Ya en términos nacionales, en nuestro país se prevé una recuperación del 6,1% en 2021 y del 1,8% en 2022, que se traduce en un crecimiento lento y por debajo de los niveles pre-pandemia. El informe aprueba y llama a ampliar las medidas de contención dirigidas a los hogares y empresas; además, aboga por la expansión de las transferencias directas como remedio para la pobreza y la alta informalidad en el sector laboral.

Sin embargo, existe una mirada crítica sobre la financiación del déficit fiscal. Desde la OCDE se manifiestan inquietudes sobre el nivel de emisión y su posible impacto inflacionario, sumado a desequilibrios macroeconómicos que alteran la demanda doméstica. La recomendación para mejorar la situación es establecer una estrategia fiscal creíble a largo plazo mejorando la eficiencia del gasto público, pero manteniendo las ayudas sociales y facilitando la creación de puestos de trabajo formales.

Por último, la gran esperanza de OCDE es que las regiones que más atrasadas se encuentran en términos de administración de vacunas puedan acelerar sus respectivos procesos para alcanzar la inmunidad de rebaño lo antes posible. Para ello, propone movilizar todos los recursos disponibles. El énfasis en la inmunización es claro: sin vacunas, no hay recuperación económica factible.

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