La ministra principal de Irlanda del Norte, Arlene Foster, anunció su renuncia este miércoles 28 de abril. Su salida formal del cargo está prevista para fines de junio, luego de ocuparlo desde enero de 2020. Foster es a su vez líder del Partido Democrático Unionista (DUP), cargo que también dejará el próximo 28 de mayo.
El DUP apoyaba la separación de la Unión Europea. Durante las negociaciones por el Brexit, Foster tuvo un rol destacado, rechazando fuertemente el acuerdo de Theresa May y apoyando posteriormente el de Boris Johnson. En el acuerdo del Brexit se incluye el Protocolo norirlandés, cuyos objetivos incluyen mantener abierta la frontera entre las dos irlandas, ayudando al proceso de paz; este mecanismo también impone controles comerciales fronterizos entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, lo cual los unionistas ven como una amenaza a la integridad territorial. Este acuerdo llevó a diversos problemas de suministro de ciertos productos y malestar de los sectores más radicales fieles a la Corona británica.
Recientemente ocurrió una rebelión de una veintena de diputados regionales y cuatro parlamentarios nacionales del partido, que firmaron una moción de censura contra Foster. A su vez, a principios de abril se vivieron disturbios sin precedentes en las ciudades de Derry y Belfast por parte de los unionistas, que se sienten traicionados y abandonados por el gobierno de Johnson, que en su momento firmó el acuerdo del Brexit que ataba a diversos acuerdos comerciales a Irlanda del Norte. Los unionistas le reprochan a Foster haber confiado en Johnson y no haber previsto esta situación y, de a poco, fueron disminuyendo el apoyo hacia su líder. También últimamente notan una posición más neutral por parte de la ministra en asuntos sociales, lejos de las fuertes raíces conservadoras del DUP. Un ejemplo claro de esto fue una votación reciente sobre la prohibición de terapia de conversión gay, a la cual los unionistas buscaban votar en contra por argumentos religiosos, pero sin embargo Foster se abstuvo.
Cabe destacar que Arlene Foster fue la primera mujer en liderar Irlanda del Norte y en su discurso de renuncia hace mención a haber “roto el techo de cristal y haber inspirado a otras mujeres para entrar en la política”. La renuncia de la ministra principal deja entrever la crisis interna del unionismo norirlandés por los problemas relacionados al Brexit y el Protocolo Irlandés.