22M: Por el agua y mucho más

Hoy miércoles se conmemora el día del recurso número uno para la vida en el planeta: el agua. Esta fecha fue adoptada por una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992, adquiriendo mayor relevancia de forma posterior junto con el crecimiento del movimiento ambientalista. Mientras que el agua se perfila como motivo común de los encuentros, en cada parte del mundo se marcha por diversas razones, tanto globales como también intrínsecas a cada lugar.

La utilización del espacio público como medio de expresión ha brindado una valiosa herramienta de visibilización para la lucha ambiental: por ejemplo, el movimiento Fridays for Future, nacido en Suecia con Greta Thunberg como fundadora, ha pasado de ser una pequeña protesta estudiantil local a tener representantes en decenas de naciones. Hoy millones de personas de todos los continentes salen a las calles a manifestarse, haciendo eco de numerosos reclamos que buscan cambiar no solo un futuro, sino también un presente que se encuentra cada vez más amenazado por el cambio climático. Mientras Australia, el Amazonas y la Patagonia son consumidas por las llamas, los polos se derriten y el agua comienza a integrarse en los mercados de futuros, los gobiernos continúan subestimando la inminente crisis ambiental que se avecina.

En nuestro país más de 30 organizaciones vinculadas al medioambiente, desde ONGs como Eco House, grupos activistas como Jóvenes por el Clima y hasta gremios como la Unión de Trabajadores de la Tierra, han coordinado movilizaciones en común, remarcando la urgencia de las principales problemáticas ambientales dentro del territorio nacional. Con el impulso de una creciente presencia en redes sociales, un colectivo de gran diversidad social y mensajes pensados para generar impacto (como “nos estamos prendiendo fuego”), hoy el ambientalismo argentino dice presente en el Congreso y en Plaza de Mayo, pidiendo por una acción más rápida y decisiva del gobierno en materia verde.

Cabe destacar que el discurso colectivo no es simplemente una crítica, sino un llamado a la acción en base a planes e iniciativas pragmáticas, transversales y detalladamente pensadas. Entre las principales propuestas se encuentran una ley de humedales y una reforma del sistema de manejo del fuego para frenar los incendios que devastan nuestros ecosistemas; mayor regulación de la minería y el agro acompañada por una ley de acceso democrático a la tierra; y una ley de educación ambiental para promover la conciencia sustentable en las nuevas generaciones.

Esta movilización marca un hito en la organización de la militancia ambiental nacional. El énfasis en la salida colectiva del colapso ecológico y la amplitud de la coalición muestra un gran avance en la construcción de una fuerza capaz de incidir presión hacia las autoridades, para que estas actúen en defensa del ambiente. A futuro queda por ver si alguna formación partidaria decide acompañar los reclamos del sector, aprovechando el capital político disponible, o si el ambientalismo decide crear su propia plataforma en pos de tener voz y voto en el poder legislativo.

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