Luego de que el día Lunes, en la ciudad de Minneapolis, un hombre afroamericano identificado como George Floyd de 46 años falleciera a causa de un uso de la fuerza excesivo al momento de su detención, protestas y disturbios colmaron la ciudad en un reclamo de justicia.
El hecho generó el despido de cuatro miembros de la policía de Minneapolis y el posterior arresto del oficial que sostuvo a Floyd en el piso, presionando el cuello de la víctima con su rodilla durante casi 10 minutos provocándole la muerte. Además, causó que la indignación se propagara alrededor de todos los Estados Unidos registrando disturbios no solo en la ciudad del crimen si no además, en Detroit, Atlanta, Portland, Louisville, y Washington, entre otras.
Asociaciones civiles como Amnesty y representantes del movimiento “Black Lives Matter” se hicieron presentes en los mismos y reclamaron desde sus plataformas que se otorgue justicia para la víctima y sus familiares. El hecho ocurre a tan solo semanas del los injustificables asesinatos de Ahmaud Arbery, mientras salía a hacer ejercicio y Breonna Taylor, quien dormía en su casa y fue ejecutada en confusión con alguien más por la policía de Kentucky.
El presidente Donald Trump decidió expresarse primero en sus redes sociales respecto a los disturbios llamándolos “una muestra de gran falta de liderazgo por parte del alcalde demócrata de Minneapolis Jacob Fray”, para luego embarcarse en una nueva disputa con el gobierno chino, previo a finalmente otorgar el día de hoy sus condolencias a la familia de George Floyd por su fallecimiento, a una semana del mismo.