Artículo escrito en conjunto por Sofia Gómez Mansur y Lucía Lago Krümmer
Este 6 de noviembre el candidato republicano Donald Trump se hizo con la Presidencia de los Estados Unidos. Estas elecciones se produjeron en medio de un clima de polarización y violencia política. Esta segunda victoria de Donald Trump, consideran muchos especialistas, avanzará sobre los derechos de las minorías de una forma mucho más fuerte que en su anterior mandato. En este artículo nos proponemos indagar en las medidas de la nueva Administración Trump y como estás se podrían considerar una amenaza para la democracia en Estados Unidos.
En el libro “La Conjura contra América” el autor estadounidense Phillip Roth describe una ucronía donde en las elecciones de 1940, el famoso aviador Charles Lindbergh se hace con la presidencia de los Estados Unidos derrotando a Franklin Delano Roosevelt. Lindbergh se caracterizaba por su antisemitismo y su simpatía hacia la Alemania Nazi, por lo que ni bien asumió la presidencia se comenzaron a implementar medidas discriminatorias contra la población judia que socavaban la democracia en el país. Esta obra, si bien relata hechos ficticios, demuestra qué puede suceder en una democracia sólida como los Estados Unidos cuando líderes autoritarios como Charles Lindbergh llegan al poder. Lo cierto es que afortunadamente Lindbergh ni siquiera logró la candidatura del Partido Republicano.
Cuando Donald Trump se postuló para la presidencia en 2015, pocos dentro del Partido Republicano creían que lograría llegar a la Casa Blanca. El empresario, al igual que Charles Lindbergh, no contaba con el control de la maquinaria política del partido ni con una plataforma ideológica definida. Sin embargo, su victoria electoral sorprendió a muchos y marcó el inicio de una administración que desafiaba las convenciones políticas tradicionales.
Durante su primer mandato, Trump avanzó con algunos puntos de su agenda de campaña como la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París o la decisión de prohibir el ingreso a Estados Unidos a personas provenientes de determinados países árabes. La deriva autoritaria de la Administración Trump, así como una desastrosa gestión de la pandemia, terminaron con la victoria del Partido Demócrata en noviembre de 2020. Algunos meses después, el 6 de enero de 2021, un grupo de manifestantes republicanos, que desconocían la victoria de Joe Biden, irrumpió violentamente en el Capitolio mientras se realizaba la certificación de la victoria de Biden.
Gran parte de las propuestas presentadas durante su primer mandato continúan siendo el núcleo de su campaña para la reelección en 2024, y seguirán formando la base de su agenda en un segundo periodo presidencial que comenzaría el 20 de enero de 2025. ¿Qué se puede esperar de esta nueva etapa de su presidencia? A continuación, se analizan algunos de los temas más relevantes que podrían dominar su segundo mandato.
Migración y Frontera
La inmigración y la seguridad fronteriza fueron pilares fundamentales en la campaña de Trump en 2016, y lo siguen siendo en su búsqueda por un segundo mandato. Durante su primer mandato, Trump adoptó un discurso abiertamente antiinmigrante, calificando a los migrantes de “envenenar la sangre del país” y culpándolos de una supuesta ola de delincuencia y del alza en los precios de la vivienda.
De cara a un nuevo mandato, Trump ha prometido llevar a cabo lo que ha denominado la «mayor deportación de la historia de Estados Unidos», expulsando a millones de inmigrantes indocumentados. Además, su propuesta incluye continuar la construcción del muro fronterizo con México, una de sus promesas más emblemáticas, y seguir reforzando las medidas de control en la frontera sur del país.
Economía
El buen desempeño de la economía estadounidense durante la administración de Trump ha sido uno de los aspectos que más ha favorecido su imagen de cara a las elecciones de 2024. Según una encuesta de Gallup publicada en octubre de 2024, el 54% de los votantes considera que Trump tiene una mejor capacidad para gestionar la economía que la actual vicepresidenta, Kamala Harris.
Trump ha prometido seguir con su política de recortes fiscales, especialmente en el ámbito corporativo. En su campaña, se comprometió a reducir aún más la tasa impositiva corporativa, de un 21% a un 15%, y a eliminar los impuestos sobre las propinas y las contribuciones a la Seguridad Social de los pensionados. También propuso la implementación de aranceles de entre el 10% y el 20% para una amplia gama de productos importados, con el objetivo de proteger la producción nacional.
Además, el republicano planteó un ambicioso plan de cuatro años para reducir la dependencia de Estados Unidos de las importaciones provenientes de China, buscando un mayor control sobre la inversión de las empresas estadounidenses en ese país.
Aborto
Una de las decisiones más trascendentales de la administración Trump fue la creación de una mayoría conservadora en la Corte Suprema de Justicia, tras el nombramiento de tres jueces clave. Esta supermayoría resultó en la histórica anulación del derecho al aborto a nivel federal en 2022, revocando la sentencia Roe v. Wade, vigente desde 1973.
Este cambio judicial ha tenido un impacto significativo en el panorama político y social de Estados Unidos, y actualmente 14 estados han implementado prohibiciones casi totales del aborto. Además, tres estados permiten la práctica solo hasta la sexta semana de embarazo.
Durante su campaña de 2024, Trump negó que, de ser reelegido, impulsaría una prohibición nacional del aborto, aunque sí ha mostrado su oposición a las iniciativas que buscan restablecer el derecho al aborto a través de referéndums estatales, como en el caso de Florida. Sin embargo, se ha mantenido firme en su postura pro-vida, defendiendo las restricciones impuestas en varios estados.
Política Exterior
La política exterior de Trump se ha caracterizado por un enfoque de «Estados Unidos primero», que prioriza los intereses nacionales sobre los acuerdos multilaterales. Esta doctrina, que generó controversia durante su primer mandato, sigue siendo el pilar de su visión para el futuro.
En su programa de gobierno, la Agenda 47, Trump ha señalado como prioridades la prevención de una posible Tercera Guerra Mundial, así como el restablecimiento de la paz en Europa y Oriente Medio. Además, promete un enfoque más rígido hacia actores internacionales como China y Rusia, buscando consolidar la posición global de Estados Unidos mientras reduce su involucramiento en conflictos extranjeros.
Con su retorno a la Casa Blanca, Trump busca consolidar sus políticas y enfrentarse a nuevos desafíos globales con la misma estrategia de confrontación directa que lo caracterizó durante su primer mandato.
El segundo mandato de Trump, promete continuar la línea de políticas que definieron su primer periodo en la Casa Blanca. Su enfoque en la inmigración, la economía, el aborto y la política exterior seguirá siendo central en su agenda, con la intención de consolidar un legado basado en el nacionalismo económico y la redefinición de las relaciones internacionales de Estados Unidos.
Los próximos cuatro años representan un desafío crucial para la democracia y las instituciones de Estados Unidos. Tras el resultado de las elecciones del 5 de noviembre, el Partido Republicano no solo logró la presidencia, sino que también tendrá el control del Senado, la Cámara de Representantes y la Corte Suprema, esta última con una mayoría que ya favorece a Trump. Además, las figuras que Trump pretende incorporar a su gabinete sugieren que su segundo mandato será aún más radical que el primero. Para evitar que la realidad sobrepase la ficción y que Trump no se convierta en una figura autoritaria, es fundamental que la sociedad civil, las élites y el Partido Demócrata asuman el papel de defensores de la democracia en Estados Unidos






Deja un comentario