Hablé y seguiría hablando durante muchas entregas de Veep como una de mis series favoritas y una de las mejores series de política. Pero tengo que hablar de la serie madre, The Thick of It, creada por Armando Ianucci.
La serie empieza en el Ministerio de Asuntos Sociales, donde suelen enviar a los ministros más inofensivos en pago de ciertos favores o como consecuencia de pactos entre las diferentes facciones del partido. En este contexto, es nombrado ministro Hugh Abbott (Chris Langham), un político predispuesto a la buena voluntad, pero bastante mediocre, que se rodea de un equipo de dos asesores políticos y una secretaria de prensa. Todos ellos controlados hasta el más mínimo detalle por el asesor de comunicaciones del Primer Ministro Malcolm Tucker (Peter Capaldi), que es el que dicta la política comunicativa de todos los departamentos, con mano de hierro y lengua venenosa.
Mucho se ha escrito sobre el peso de Malcolm Tucker, el alma turbia de la serie, el Miguel Ángel de la blasfemia, según lo definen en uno de los últimos episodios. Por Internet corren infinidad de listas de sus joyas verbales más ingeniosas (algunas se basan en referentes británicos tan locales que necesitarían notas al pie de página para ser disfrutados del todo por parte de la audiencia extranjera).
The Thick of It muestra una imagen fuerte y excelente de las democracias europeas; donde su mensaje, si es que lo tiene, es que los politicos están frizados por las contradictortias demandas de una sociedad muy diversa, lo cual hace imposible llevar a cabo iniciativas que beneficien a algún sector sin perjudicar a otro. Ademas que las decisiones ya no son tomadas a nivel nacional sino en los organismos internacionales y en las bolsas.
No esperen en esta serie un mensaje a favor de la izquierda o de la derecha. La serie no busca ser una descripción realista de lo que es la política, aunque al final termine siéndolo.
El bipartidismo imperante en algunas de las democracias más consolidadas, supuestamente, no parece ofrecer garantías suficientes de que la clase política cumpla estrictamente su función, siendo esta la de resolver problemas y no generarlos… Tampoco es que el multipartidismo haya supuesto una revolución en otras democracias más débiles. A uno y otro lado de la Cámara de los Comunes andan igualmente enfrascados en sus luchas internas por el poder.
Ninguna promesa tiene validez. El espectador tiene la sensación de estar escondido en el armario de la limpieza, espiando a estos artistas de la manipulación y, al final, ya no tiene claro si lo que está viendo, por ridículo y gracioso que sea, es una sit-com o un docudrama.
“¿Qué sucede cuando un gobierno teme y odia tanto a sus ciudadanos como sus ciudadanos a su gobierno?” (Pron, 2022).
Y termino con una frase de su personaje principal, Tucker, sobre la prensa y la manipulación: “Les diré que lo dijiste y ellos creerán que lo dijiste. No es que realmente crean que lo dijiste, saben que nunca lo dijiste. Pero les conviene decir que lo dijiste porque, si no lo hacen, no van a tener lo que digas mañana o al siguiente día cuando yo decida decirles lo que tú dijiste”.
Referencias:
Pron, P. (2022, 10 octubre). The Thick of It: ¿Qué sucede cuando un gobierno teme y odia tanto a sus ciudadanos como sus ciudadanos a su. Jot Down Cultural Magazine. https://www.jotdown.es/2022/10/the-thick-of-it
The Thick of It: Las divertidas cloacas de la comunicación política. (2017, 3 marzo). Series para gourmets. https://blogs.diariovasco.com/series-gourmets/2017/03/03/the-thick-of-it-las-divertidas-cloacas-de-la-comunicacion-politica/




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