No llevan uniforme, ni desfilan en actos oficiales. Pero sus acciones pueden alterar el equilibrio político de Oriente entero. El Yuan de Seguridad Nacional, la agencia de inteligencia Taiwanesa, se ha convertido en la primera línea de defensa contra la creciente presión de China continental.
Nacida en el año 1955 bajo el mandato de Chiang Kai-shek surge la agencia de inteligencia Yuan de Seguridad Nacional (國家安全局, Guojia Ănquán Ju), conocida a nivel internacional como National Security Bureau (NSB), concebida bajo la necesidad del partido nacionalista Kuomintang (KMT), quienes habian escapado a la isla de Taiwán, de formar una agencia de inteligencia propia, la cual les permitiera hacer frente a la gran presión ejercida por el Partido Popular Chino bajo el mando de Mao Zedong durante la Guerra Fría.
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Sin embargo, sus objetivos se truncaron, pasando de ser un organismo dedicado a la coordinación de la seguridad taiwanesa y a la defensa de sus habitantes a convertirse en parte de un aparato de represión política durante la época conocida como “Terror blanco”. Durante este periodo el KMT se dedicó a silenciar disidentes políticos y opositores al régimen, a arrestar a cualquier individuo sospechado de pertenecer al partido comunista y extender una red de vigilancia masiva sobre los ciudadanos de Taiwán, siendo la NSB uno de los principales instrumentos utilizados por el partido para estos fines. El ejemplo más claro de esto fue la participación de la agencia en el asesinato de los familiares de Lin Yi-hsiung.
Con el fin de la Guerra Fría y el proceso de democratización de Taiwán en los años 90, la agencia de seguridad se vio obligada a cambiar sus formas. Comenzando con un proceso que implicó una mayor transparencia en sus actividades, el rendimiento de cuentas por sus actos del pasado y un nuevo enfoque de sus esfuerzos dedicado a amenazas, principalmente de carácter externo. Fue durante este proceso que en 1994 se instituye a la NSB como una institución legal, permitiendo así que esta rindiese cuentas ante la ley.
Las NSB tiene bajo su cargo 3 misiones de carácter central, la primera de ellas consiste en llevar a cabo el trabajo de inteligencia que Taiwán necesita para anticipar, repeler y defenderse de cualquier amenaza a su seguridad nacional. Es por esto que la agencia lleva a cabo la labor de coordinación y apoyo a tareas de seguridad e inteligencia nacionales, a través de una reunión anual donde todos los organismos encargados de esta tarea se reúnen encabezados por la NSB para compartir información, discutir las necesidades de seguridad y definir objetivos comunes, su segunda misión consiste en el planeamiento y ejecución del servicio especial dedicado a la protección del presidente, vicepresidente, sus familias y otros designados individuales; la tercera y última misión es el desarrollo y mantenimiento de un circuito criptográfico que permite mantener comunicaciones seguras dentro de la administración de gobierno.
Sin embargo, esta agencia no trabaja sola. Uno de los beneficios de encontrarse en un área de interés geopolítico mundial es la posibilidad de entablar relaciones con otras agencias de seguridad internacionales, esta relación le permite al NSB obtener información relevante en cuanto a posibles amenazas internacionales y permite a las agencias colaboradoras contar con información fiable y exclusiva respecto a la situación que acontece en el conocido como estrecho de Taiwán.
Un ejemplo de esta situación es observable en las relaciones entre Taiwán y Japón. Ambos comparten preocupaciones respecto a la creciente influencia que China está adquiriendo en la región, es por esto que a pesar de no existir tratados formales se han reportado colaboraciones informales entre ambos para intercambiar información, en especial sobre los temas referidos a vigilancia marítima y ciberseguridad. A pesar de esto, Japón ha rechazado en múltiples ocasiones la posibilidad de entablar cualquier tipo de relación formal que pudiese facilitar este intercambio entre países debido a su cercana relación comercial con China.
Otro de sus aliados en materia de seguridad e inteligencia es Estados Unidos, que a diferencia de Japón cuenta con el “Taiwan Relations Act” lo que le permite a este país mantener relaciones formales con Taiwán sin temor alguno. Una de las muestras más evidentes de las intenciones de Estados Unidos de lograr la cooperación en materia de inteligencia con Taiwán se dio en el año 2022 durante las charlas en materia de defensa conocido como «Monterey Talks» durante las cuales la CIA (Agencia Central de Inteligencia) expresó su interés en cooperar con el NSB.
A pesar de todas las funciones que en la actualidad la NSB cumple, su misión principal no ha cambiado desde su nacimiento y esta es hacer frente a las misiones de espionaje chino que pretenden quebrantar la seguridad de la isla.
Según lo indica la NSB a través de sus medios oficiales los casos de individuos arrestados y procesados en Taiwán por espionaje van en aumento año a año, pasando de ser tan solo 10 en el año 2022 a 64 en 2024, estadística que funciona como reflejo de las crecientes tensiones que la relación entre estos vecinos ha sufrido.
Según indica un estudio realizado por la misma agencia, el objetivo principal del reclutamiento de la República Popular, recae sobre miembros de las fuerzas armadas taiwanesas (tanto retirados como en servicio), organizaciones prochina y servidores públicos de ciertas agencias del gobierno. Los canales a través de los cuales reclutan a sus miembros son grupos criminales; bancos ilegales a través de los cuales atraen miembros activos de las fuerzas armadas a cambio de una compensación económica; asociaciones religiosas, proveyendo a estas con fondos a cambio de reclutar más miembros; compañías falsas y organizaciones civiles. Algunas de las tácticas utilizadas por estos canales son la utilización de miembros retirados de las fuerzas armadas para reclutar a miembros en actividad, estableciendo redes de contacto a través de internet, ofreciendo recompensas económicas o aplicando fuerza coercitiva con aquellos que posean deudas económicas.
El objetivo final de esta red, según lo indica este estudio, es el robo de secretos de inteligencia, intervenir en las elecciones y establecer redes de miembros leales al régimen de Beijing dentro de la propia isla.
Sin embargo, estas no son las únicas tácticas utilizadas por China para minar la seguridad nacional, así lo afirma la misma organización en otro estudio donde analizan los patrones de diseminación de información falsa en el 2024.
El objetivo principal de estos ataques, como lo indica la NSB, es la dispersión de información falsa para influenciar a la población civil. Un ejemplo de esto es la utilización de cuentas falsas en diversas plataformas digitales con el objetivo de influenciar la opinión pública, especialmente durante épocas de elecciones. Desde diseminar videos falsos, el hackeo de cuentas de personalidades taiwanesas importantes, utilizar sitios webs falsos, hasta inundar las redes sociales con memes controversiales, estas son algunas de las tácticas utilizadas para ampliar los efectos de esta falsa información.
Este problema se vuelve peor año a año. El aumento de la cantidad de cuentas apócrifas, utilizadas para la diseminación de esta información falsa, es prueba de ello. La cantidad de cuentas de este tipo detectadas en Facebook en el año 2023 fueron 15.572, mientras que en el 2024 este número alcanzó los 21.967.
Es por esto que el gobierno de Taiwán se ha dispuesto a enfrentar este problema, creando un sistema de reportes en tiempo real, encargado de verificar y hacer frente a este tipo de cuentas y a los intentos de diseminar información fraudulenta.
Es en este escenario marcado por tensiones que se acrecientan cada día, que el Yuan de seguridad nacional se presenta como una pieza fundamental en la arquitectura de seguridad de Taiwán. Aquel que en el pasado generaba terror a sus ciudadanos, es ahora quien les da renovadas esperanzas, quien los defiende en el anonimato y quien asegura el futuro democrático de una nación en vilo.
¡Nos vemos la próxima!





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