Josefina Vigo y Jimena Coronel
Hola, hola… ¿Pensaste que era un newsletter de una sola vez?
Estamos felices porque ganó River, como más de la mitad del país. Pero no nos olvidemos, que al final del día, la política sigue siendo la que nos quita el sueño… aunque a veces, la pelota nos da un respiro. Y como en Argentina pasan tantas cosas en 15 días, necesitamos un resumen con menos drama que un noticiero y más gracia que un meme político (aunque a veces es lo mismo).
Sentate que te cuento sigue firme: traerte lo más jugoso de la política nacional sin que te dé acidez. Acá no hay gurúes ni gurkas, solo gente que intenta entender este país mientras se prepara el mate.
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Entre los temas de esta edición, hay uno que merece un tratamiento distinto: la muerte del Papa Francisco. Más allá de credos o posturas, hablamos de una figura clave para millones de argentinos y argentinas, y para el mundo entero. Por eso, esta parte la contamos sin ironía, con el respeto y la dimensión que se merece su legado.
El Papa del mate, del sur y de los últimos
No soy cristiana, ni practicante, ni católica. Y sin embargo, lloré la muerte del Papa Francisco. Porque en un mundo donde el poder suele deshumanizar, él eligió el camino opuesto: usar su lugar para abrazar a los que casi nunca tienen voz. Migrantes, mujeres, niños, pobres, personas LGBT. Lo suyo fue un liderazgo hecho de ternura, de escucha y de presencia.
Fue un Papa que humanizó el poder. Mantuvo sus votos de pobreza como jesuita hasta su último respiro. Vivió en una residencia sencilla, cargó su propio maletín, pagó su hotel tras ser elegido Papa, y pidió ser enterrado sin pompas, en una sepultura sobria. Su forma de estar en el mundo era profundamente política, no por partidos, sino por convicción: mostrar que el poder puede usarse para cuidar. Y que liderar puede significar acompañar, no imponer.
Quizás por eso tantas personas lo lloraron y lo lloran desde que se conoció la noticia, creyentes y no creyentes. Porque representó algo que escasea: coherencia, compasión, valentía. Y también porque fue profundamente nuestro. Un hombre argentino que llevó al escenario global el poder de lo comunitario, de la ternura como resistencia, de los valores que —a veces— aún nos definen.
Hoy, más allá de la fe, se va alguien que nos hizo creer, aunque sea por un momento, que un mundo distinto era posible.
El club del Papa en crisis terrenal
La misma semana que murió el hincha de San Lorenzo más famoso del mundo, el Papa Francisco, la crisis institucional del club llegó a su punto más alto. El Presidente del club, Marcelo Moretti, fue captado en una cámara oculta recibiendo 25.000 dólares de la mano de la madre de un juvenil, en lo que parece ser un acuerdo para asegurarle un lugar en las inferiores del club.
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La situación no tardó en escalar (para sorpresa de nadie), Nestor Ortigoza, idolo y vocal de la Comisión Directiva – quien también tiene sus denuncias por violencia de género hacia su ex-mujer – denunció penalmente a la actual máxima autoridad del club acusándolo por coimas y perjuicios económicos al club. Se afirma en ella que Moretti habría utilizado su posición para recibir dinero en nombre de la institución pero con fines personales sin que esas sumas ingresaran a la institución.
La situación llevó a un allanamiento en la sede del club y a la licencia de Moretti, aunque su salida aún no fue refrendada por la Comisión Directiva, dejando al club en un limbo dirigencial . Mientras tanto, los hinchas, entre la bronca y la resignación, observan cómo su club atraviesa una crisis que parece más sacada de un guión político que de una cancha de fútbol.
Debate de legisladores. Ojo, son 17, no, no es un chiste
El plan es así: Se tiran a hablar de todo un poco (educación, salud, desarrollo urbano, etc) en bloques temáticos. Cada uno tiene 45 segundos para hablar. ¿Cuarenta y cinco? Si. Osea, vas a escuchar más muletillas que propuestas, pero bueno, es parte del show.
Dicen que el debate puede durar casi 4 horas. Una maratón digno de meterle Gatorade entre bloque y bloque. Así que si pensabas verlo, te recomendamos: termo cargado, criollitos a mano y mucha, pero mucha paciencia.
¿El condimento extra?
El PRO y La Libertad Avanza se odian más que los vecinos en consorcio. Ya se están tirando con de todo, así que no esperes un debate tipo Oxford. Va a ser más “asamblea de edificio” versión, gritos, chicanas y algún que otro “yo no te interrumpí, respetame el tiempo”
¿Importa? Y… si, algo importa.
Porque estos personajes son los que después levantan (o no) la mano para votar leyes en CABA. Así que mejor saber quienes son antes de que después digamos “uh, mirá a quién pusimos!” ¿Nuestro consejo? No lo mires entero. Hacé zapping y volvé. Si ves que todavía siguen mandales las fuerzas del cielo y disfrutá el espectáculo.
Después no digas que no te avisamos.
Yuyito y Milei: La relación que ni el dólar pudo salvar
¡Paren las rotativas!
Yuyito González y Javier Milei se separaron. ¡Sí, se separaron! Después de tantas fotos, declaraciones y apariciones en los medios, el romance más mediático del año llegó a su fin. Según Yuyito, todo fue por «agotamiento». Y si pensamos un segundo, ¿quién no se cansa de tanto quilombo político? La realidad es que en el mundo de Milei, el amor es tan inestable como el dólar.
Ahora, como en toda buena novela argentina, Fátima Florez no se quedó atrás. “El que las hace, las paga”, dijo, metiendo un palito que, como siempre, le pone picante al asunto. ¿Venganza? Puede ser, pero lo cierto es que no es la primera vez que el karma hace de las suyas.
¿Y nosotros? Bueno, como siempre, mirando todo desde el costado con pochoclos. Porque, si bien Milei y Yuyito no son los primeros en pasar por un quiebre amoroso, la exposición pública de esta separación nos deja claro que a veces la política y el amor tienen mucho en común: ambos pueden durar poco y depender de factores ajenos a lo que uno espera.
Así que, mientras los chismes siguen rondando, nosotras nos quedamos con la reflexión: ¿realmente alguien pensó que este amor sobrevivía a las chicanas de la política? ¡Nosotras no!





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