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#EsElCineEstúpido Nº13 – Argentina, 1985

Volvió su newsletter de cine y política. Espero que anden bien y comenzando el año de la mejor manera posible. Uno sabe que en este país nada es fácil. Y hablando de este país, hace unos días fueron los Oscar y nuevamente habia una película con Ricardo Darín nominada a mejor película extranjera. La película…

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Volvió su newsletter de cine y política.

Espero que anden bien y comenzando el año de la mejor manera posible. Uno sabe que en este país nada es fácil. Y hablando de este país, hace unos días fueron los Oscar y nuevamente habia una película con Ricardo Darín nominada a mejor película extranjera. La película de Santiago Mitre, Argentina, 1985, estuvo en competencia con películas como la alemana Sin Novedades en el Frente. Una lástima que no ganó… pero, en mi opinión, guerra mundial le gana a historia latinoamericana.

No solo eso, en diciembre de este año se cumplen 40 años de democracia en nuestro país. Por este motivo, me parece una excelente oportunidad para hablar de esta brillante película. Como alguien que estudió Ciencia Política, el interés por la política y la historia de este país está, así que mis conocimientos sobre la dictadura argentina no pasan desapercibidos. Pero si hay algo que debo confesar es que los juicios hacia la junta militar fueron un tema tratado desde el principio.

Y acá es donde viene la magia del cine. El cine es y debe ser muchas cosas. Y de ser político no está exento. Es una de esas cosas delicadas, no solo por el poder que puede tener, sino por la intención de sus creadores. En el caso de Argentina, 1985, donde la opinión pública es unánime, no hay mucho para debatir en ese sentido. Pero sirve para revisar la historia y refrescar la memoria de múltiples generaciones de argentinos. No solo para los que lo vivieron, sino también para las nuevas generaciones.

En Argentina, no hay nadie que no sepa qué fue la dictadura militar y los hechos atroces cometidos durante esas décadas. Pero hay que aceptar que la pérdida del interés político de las nuevas generaciones es grande. Se perdió el compromiso y el interés por la historia y la afiliación política. Y me incluyo en este último, en el sentimiento de falta de representación de ideales políticos.

Esta película no solo muestra hechos históricos, donde muchas personas tuvieron el valor de dar un paso al frente; sino que también es una película que habla de emociones, sobre la humanidad.  Victoria Alonso, una de las productoras de la película, en conferencia de prensa dijo:

“Podemos intentar olvidar o reprimir lo que vivimos, pero forma parte de quienes somos y esa violencia no se va nunca. A la muerte no se le puede romantizar. Una cosa es la violencia psicológica, que todos la vivimos, pero es que la muerte fue un hecho que llegó a 30.000 personas y hubo millones que tuvieron que ir al exilio. Esa es nuestra bandera y no la otra. Vivimos un momento de fragilidad de la democracia y esta película no puede llegar en mejor momento. Nosotros vivimos la muerte, sabemos que la violencia no lleva a nada, y como legado a nuestros hijos queremos mostrarles un capítulo de nuestra historia que el arte tiene la responsabilidad de mostrar. La nuestra era enseñar de la mejor manera posible este genocidio que fue de una violencia salvaje”.

Ahora bien, la película producida por Amazon, me deja con algunas críticas. Argentina, 1985, es una película pochoclera, con tintes hollywoodenses, donde las decisiones morales son fáciles y realizables por todos, donde la justicia triunfa ante todo. La escena final nos deja emocionados con un aire triunfal, donde los buenos ganaron y los villanos perdieron. Y es ahí donde yo creo que la película tiene su punto más débil, en sus clichés emocionales y con sus héroes en su cruzada contra el mal donde terminan venciendo. A esto se le suma la omisión de sucesos posteriores al juicio con el reconocimiento a la Conadep o los indultos con que el presidente Carlos Menem benefició en 1990 a 12 de los jefes militares presos.

Dicho esto, no se le puede quitar a esta película el enorme impacto que ha tenido sobre la memoria colectiva. No solo a nivel nacional, sino internacional. En España, las críticas no paran de resaltar por la falta de juicios políticos hacia los crímenes cometidos durante su dictadura militar. “Un país que no conoce su historia está condenado a repetirla. La frase se dice mucho, pero parece que no siempre se aplica. En España, hasta hace poco Franco seguía enterrado en un mausoleo. Al dictador se le siguen dedicando misas, el enaltecimiento del franquismo todavía no es delito y no hubo ni un juicio a la dictadura” escribe Javier Zurro al comienzo de su artículo.

Argentina, 1985 tiene un excelente guión, con clásicos tintes de humor bien argento. Y resaltan aún más cuando esos tintes son interpretados por actores como Ricardo Darin (Julio César Strassera), Peter Lanzani (fiscal adjunto Luis Moreno Ocampo), y Norman Briski,  entre muchos otros del elenco.

Lo que nos enseña el pasado y la esperanza que nos da el futuro, afirma el contundente mensaje de “Nunca Más” expuesto por la película. Una película que todo argentino debería ver.

 Referencias: 

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