¿Qué onda? Hoy es martes y yo estoy empezando de vuelta una nueva carta a contrarreloj, por lo que sé que Vicky no va a estar muy contenta cuando se la mande justo en el límite del deadline que nos propone mes tras mes. Todo tiene una justificación, estos días fueron una tormenta a nivel profesional y personal. Pero como siempre, todo pasa y vamos con lo que nos compete en estas cartas.
Muchas veces siento que la inmediatez, la volatilidad, la urgencia de las noticias y el hecho de vivir en Argentina un poco nos come y nos corre día a día con cosas que no podemos valorar como tales. Como una persona que vive literalmente 24/7 leyendo noticias, el ejercicio mental de estar más de 3 minutos leyendo algo es muy difícil. Ya estuvimos charlando del tiempo y su influencia en las políticas así que acá se los dejo.
A lo que voy con esta entrega es darles un pantallazo de lo que vengo siguiendo y ver si sale algo interesante. Si no, se van un poco más informados y tal vez les pinta, como a mi, escribir una carta que mezcle estas cosas. Saben que tienen los canales de Poli y los míos personales abiertos para eso.
No se si todos alguna vez flashearon con ser astronautas o con el espacio. A mi parecer, le tengo mucho más respeto al fondo del mar que al cielo. Pero lo que pasó este mes con el James Webb me hizo repensar esta afirmación que era tajante hasta el 11 de julio, cuando pudimos ver la primera imagen del telescopio de la NASA.
“Mierda che, no somos nada”
Mi abuela Raquel, antes de dar malas noticias (como la muerte de alguna tía que no teníamos relación o que mi abuelo otra vez estaba internado) nos decía “no somos nada”. Esta idea de la valoración propia de la existencia siempre resonó en mi cabeza y con las primeras imágenes del telescopio James Webb se me vino la nona a la cabeza diciendo “realmente no somos nada”.
Imprimiendo un poco de seriedad, el telescopio James Webb es una de las innovaciones más grandes en el ámbito de la investigación espacial porque le va a permitir a la comunidad científica llegar a lugares impensados en el pasado. Todo esto es gracias a un sistema de espejos, estos son parte del Optical Telescope Element y tienen la misión de captar la luz del espacio para dirigirla hacia los instrumentos científicos encargados de su análisis. Está formado por 18 segmentos hexagonales hechos de berilio y recubiertos de una película de oro, diseñados para funcionar como una única pieza.
James Webb permitiría a la NASA empezar a deducir no sólo las estrellas y galaxias que nos rodean sino también conocer el origen de la conformación de las primeras de estas. Según la NASA, “el telescopio explorará todas las fases de la historia cósmica y ayudará a la humanidad a comprender los orígenes del universo y nuestro lugar en él”.
Estas manchas que parecen una fiesta electrónica bajo los efectos de… nos muestran la imagen más reveladora del cosmos. Imaginate si esto es lo primero que se descubrió, todo lo que nos espera como humanidad descubrir del origen de las estrellas.
Esto es una locura, hasta el propio Biden al momento de presentar la primer imagen tomada por el telescopio en una conferencia de prensa bastante aburrida (yo si fuera Biden no sabes la fiesta que me mando) se mostraba perplejo. La imagen muestra “la luz documentada más antigua en la historia del universo, de más de 13 mil millones, permítanme decirlo de nuevo, hace 13 mil millones de años”, dijo Biden al publicar la imagen. «Es difícil incluso de comprender».
Las primeras imágenes de Webb representan sólo una parte de la ciencia que hará posible. Fueron tomadas en apenas 120 horas de observación durante las últimas semanas. Los próximos estudios incluyen exploraciones de los planetas Júpiter y Saturno, de pequeñas estrellas débiles conocidas como enanas rojas, de galaxias lejanas que están colisionando entre sí y de planetas rocosos calientes alrededor de otras estrellas.
¿Por qué nos tiene que importar?
Todo esto obviamente no tendría nada que hacer si no fuera por los gobiernos de Estados Unidos y sus socios (la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense). Se estima que el Webb costó unos 10.000 millones de dólares. Y acá, como en la mayoría de mis notas, se imprime la necesidad y la importancia de la inversión estatal para este tipo de logros.
Sin un programa robusto de Investigación y Desarrollo (I+D) sería imposible que un Webb esté dando vueltas por el espacio. Ahora tracen ese paralelismo a cualquier aspecto científico que pueda encarar un Estado.
Nos tiene que importar porque conocer de dónde somos, cómo nos originamos y hacia dónde vamos son pasos fundamentales de la existencia humana y para el porvenir de las civilizaciones. Si bien está bueno vivir con la incertidumbre y las teorías conspirativas de que tenemos reptilianos de un país X entre nosotros, la claridad que nos propone la ciencia y los avances en torno hacia el origen de la vida son enigmas que vienen impregnados desde que nos concebimos como humanos.
Acá estoy con el tío Biden, es un bardo entender lo que puede hacer una imagen de puntos de colores que tienen 13 mil millones de años. Se explica entonces que no solo se busca comprender de dónde venimos sino también hacia dónde vamos con las imágenes que nos regale el Webb: “la información recabada por este potente telescopio permitirá estudiar la atmósfera de los exoplanetas -aquellos planetas que se encuentran fuera del sistema solar- para determinar la probabilidad de que exista agua, uno de los ingredientes necesarios para la vida”. O sea, ver si tenemos alguna Tierra 2.0 que nos permita pensar y realmente coincidir con la vida extraterrestre. Que fla hermanx
Los dejo hasta la próxima. Como siempre si quieren que toque algún tema me lo ponen respondiendo este mail o en cualquier red de poli. Si nos quieren dar una mano para que sigamos haciendo lo que amamos les dejo el link y no me olvido de mis recomendaciones mensuales.
Un buen abrazo digital y se cuidan.
- Pa leer: “No cosas: quiebres del mundo de hoy” de Byung-Chul Han
- Pa ver: “El futuro de..” está en Netflix
- Pa escuchar: cualquier canción del Ed Maverick, les dejo mi favorita




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