I’m not going to stop the wheel. I’m going to break the wheel.” (Florentino Pérez, el lunes, digo…. Daenerys Targaryen en Game of Thrones, Temporada  5, Episodio 8).

El domingo pasado, el anuncio de los autoproclamados “Big 12” hizo que el mundo fútbol implosione por los aires. El anuncio de la Superliga Europea por parte de los equipos potencia generó un maremoto que sacudió incluso a gente poco interesada en el fútbol. Adentrémonos entonces en explicar por qué esto trasciende el mundo fútbol y se transforma en algo político-mundial.

Primero lo Primero: ¿Qué es la Superliga Europea?

La idea de esta competencia viene dando vueltas hace ya varios años. El domingo por la noche tuvo su presentación oficial. Esta competencia pretende eliminar la Champions League, organizado por la UEFA y uno de los torneos más codiciados y famosos en el mundo fútbol.

Los 15 equipos más poderosos de Europa vendrían a ser los propietarios y participantes fijos mientras que los otros 5 equipos clasificados irían rotando (vale aclarar que no especificaron cómo sería el método de selección de los 5 equipos rotativos). Por ahora son 12 los equipos que firmaron para participar del proyecto. Se dividiría a los 20 equipos en dos divisiones de 10 y se jugaría un todo contra todos, a dos partidos (ida y vuelta). Los primeros tres clasificarán a cuartos de final de manera directa, y quienes terminen en cuarto y quinto lugar jugarán un playoff entre ambos. Los cuartos de final serían en ida y vuelta, mientras que la final sería en territorio neutro y a un único partido.

¿Qué equipos la conforman?

El nuevo torneo estaría conformado, hasta ahora, por: seis equipos de la Premier League Inglesa (Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham Hotspur); tres equipos de la Liga española (Atlético Madrid, Barcelona y el Real Madrid); y tres equipos de la Serie A italiana (AC Milan, Inter y Juventus).

De los grandes de Europa, tanto el Bayern Munich y el Borussia Dortmund (Alemania) como el PSG (Francia), se han negado al proyecto. Lo que se debe entender es que de estos 12 “grandes equipos”, no todos están teniendo un gran presente continental. Para acceder a la máxima competencia que aspiran estos equipos a ganar, la Champions League, su clasificación está atada a su rendimiento en las ligas de sus países. Por lo que en esta nueva Superliga, al ser propietarios, entraron de forma directa sin ganarse el lugar en la cancha.

¿Quiénes son los actores?

Si bien tenemos a los 12 equipos implicados, la contienda tiene tres cabezas visibles y claras. Como principal figura representante tenemos al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ahora también flamante presidente de este nuevo torneo. Florentino ya ha aparecido en medios, defendiendo este nuevo torneo: “La pandemia lo ha cambiado todo, nos ha hecho más vulnerables, y el fútbol necesita nuevas fórmulas que lo hagan más competitivo, más emocionante y más fuerte. (…) El fútbol tiene que evolucionar, como las empresas, las personas, las mentalidades. Las redes han cambiado la forma de comportarse y el fútbol tiene que cambiar y adaptarse a los tiempos que vivimos. El fútbol iba perdiendo interés, se nota en que las audiencias van bajando y los derechos disminuyendo y algo había que hacer.”

También expresó “nadie ha montado nada, los clubes importantes de Inglaterra, Italia y España tienen que dar una solución a una situación muy mala que está atravesando el fútbol, hemos perdido 5.000 millones. Nosotros el año pasado teníamos un presupuesto de 800 y terminamos en 700 y este año en vez de 900 vamos a ver si ingresamos 600, en dos temporadas 400 millones menos, sólo el Real Madrid. Estamos pasando una situación muy mala”. Además, tranquilizó a los jugadores, por las amenazas de no poder participar más de las ligas y específicamente de representar a sus selecciones en los mundiales, diciendo que esto no era posible que suceda.

La segunda cabeza del “dragón” es Joel Glazer, dueño del Manchester United, quien asumirá la vicepresidencia de la Superliga de Europa. Con él está Ed Woodward, actualmente gerente general del Manchester United. El dato de interés radica en que Woodward hizo su carrera en el banco norteamericano JP Morgan, que financiará el nuevo torneo, aportando inicialmente 5.000 millones de Euros. La otra firma que se hará cargo es Key Capital, de Borja Prado, socio público de Florentino Pérez.

Repercusiones

Vale aclarar que el fútbol siempre se organizó de manera política en federaciones de fútbol. Como órgano principal arriba de todo siempre estuvo la FIFA, compuesta por federaciones continentales, como la UEFA, quien organiza la Champions League y la Europa League, torneos ahora eliminados por la idea de esta Superliga Europea. Otra federación continental por ejemplo es la CONMEBOL, quien organiza la Libertadores y la Sudamericana. Luego en un menor escalón están las asociaciones de fútbol de cada país. Estas no son solo diferencias organizativas, sino que cada competencia tiene sus presupuestos y ganancias propias, y con esto sus derechos televisivos con sus respectivas políticas.

Además de los equipos, ya nombrados que se negaron a formar parte, se empezaron a sumar jugadores y equipos de menor calibre al rechazo por este nuevo torneo. El lunes, previo al partido con el Liverpool, el Leeds United salió al calentamiento con una remera que decía: “Ganatelo, el fútbol es para los hinchas”. Luego del partido, su entrenador Marcelo Bielsa hizo una profunda declaración sobre la actual situación y Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, se declaró también en contra al igual que parte de los jugadores de su equipo.

Entre otros equipos el Sevilla, Porto y el Ajax, también publicaron su descontento y rechazo hacia la iniciativa. Ex jugadores como Gary Neville y Luis Figo, se mostraron extremadamente molestos con lo que acontece, entre otros exjugadores y técnicos.

El presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin, durante el lunes dio una conferencia de prensa, en la que aclaró que los jugadores que formen parte de este torneo, no podrán jugar ni el mundial ni la Eurocopa, tampoco representar a sus selecciones. A esto se le suma el acuerdo mutuo de las ligas de los distintos países; la English FA, RFEF, FIGC, la Premier League, La Liga, la Lega Serie A, además de la FIFA y todas las federaciones asociadas a estas. A esto la Asociación de Clubes Europeos (ECA, en inglés), también se opone a este nuevo torneo. Recordemos que Agnelli (presidente de la Juventus), renunció a su puesto de presidente de la ECA, luego del anuncio de la Superliga.

Una Cuestión Política

La cuestión ya trascendió el ámbito del fútbol para involucrar incluso a los cargos políticos más altos. Los gobiernos de España, Reino Unido, Italia y la Unión Europea se posicionan junto a la UEFA.

Boris Johnson, primer ministro, de Reino Unido, declaró: “Los planes de una Superliga serían muy dañinos y golpearían el corazón del deporte y de los aficionados”. El líder del partido laborista, Keir Starmer, también realizó declaraciones en contra. Emmanuel Macron, presidente de Francia expresó: “El presidente de la República Francesa ve con buenos ojos la posición de los clubs franceses en contra del proyecto”.

En Italia, el jefe del Gobierno italiano, Mario Draghi, defendió “el apoyo decidido a las autoridades del fútbol para preservar los campeonatos nacionales, los valores de meritocracia y la función social del deporte”. Por su parte, el ministro de Cultura y Deporte español, José Manuel Rodríguez Uribes, declaró que “cualquier modificación debe beneficiar a la Liga española, a la selección nacional y a los clubes españoles, incluidos los pequeños.”

El Parlamento Europeo no se quedó atrás y declaró: “La competición cerrada propuesta por los clubssuperricosformaría una casta privilegiada fuera de las estructuras del fútbol europeo de clubs, sin otro propósito que el de producir beneficios”, señaló en un comunicado.

Pareciera, que en un ambiente político donde los desacuerdos son moneda corriente de todos los días, el escándalo futbolístico está trayendo un mínimo de consenso entre los diferentes líderes políticos de los Estados europeos.

La opinión pública ha rechazado en su mayoría la propuesta, junto con asociaciones de hinchas, específicamente de los clubes grandes que también están en contra. No hay que olvidarse que quienes quedan entre medio de esta puja son los jugadores y los hinchas. ¿Qué jugador quiere dejar de representar a su selección en un mundial? ¿Qué hinchas y específicamente hinchas de equipos menos poderosos quieren perderse la oportunidad de poder competirle a los gigantes en torneos como la Champions? Esta Superliga les da la oportunidad a los equipos ricos de agrandar la brecha, distanciándose cada vez más de los pobres.

Los dirigentes y empresarios del fútbol no son nada sin los jugadores en la cancha y sin los hinchas, por lo que no se debe olvidar y, perdón por el cliché, que el poder lo tiene la gente, tanto los jugadores como la sociedad. Sin jugador que participe y sin hincha que mire, esta Superliga queda en nada. Sin embargo, es difícil que los jugadores de estos 12 equipos tengan la oportunidad de oponerse ante sus propios dirigentes, quienes se encargan de pagar y escribir sus contratos.

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